Las instituciones de nuestro pueblo
COMISION DE FOMENTO

La Comisión de Fomento de Dorila es una institución de primordial trascendencia en el desarrollo de la localidad, ya que desde sus comienzos, allá por 1923, impulsó la concreción de obras, la asistencia a la comunidad y el apoyo a los diferentes sectores sociales en el progreso del pueblo. Mencionaremos las diferentes autoridades que han pasado por la misma, ya sea por decisión institucional o por el voto popular:
Período de mandato y autoridades
1923 – 1925: Presidente: Santiago Martellono
1925 – 02/02/1928: Presidente: Walter Hotz. Autoridades: Tesorero: Juan Audisio. Secretario: Anselmo Pelayo. Vocales: Cándido Díaz, Vicente Arias.
03/02/1928 – 27/02/1930: Presidente: Vicente Arias. Vicepresidente: Antonio Walas. Secretario: José Monge.
27/02/1930 – 23/09/1931: Presidente: Domingo Farías. Secretario: José Ares (hasta su renuncia el 24/05/30 cuando es reemplazado por Mauricio Prieto). Tesorero: Gervasio Travadelo.
24/09/1931 – 13/03/1933: Presidente: Nicanor Ares. Autoridades: Vice: Cándido Díaz. Secretario: José Monge. Tesorero: Isidoro Brunengo.
14/03/1933 – 19/06/1934: Presidente: Francisco La Gioiosa. Secretario: Raúl Estévez. Tesorero: Pantaleón Sosa. Vocal: José Irazusta.
20/06/1934 – 19/06/1942: Presidente: Cándido Diaz. Vice: Isidoro Brunengo. Secretario: José Monge.
08/03/1943: Presidente: Bartolomé Funes (Por resolución gubernativa). Vice: Pablo Erbín (hasta que por exp. 496 asume Daniel Castro) Secretario: Marcelino Lucero. Vocales: Cristóbal Vigna, Raúl Bauducco (18/11/44), Orfelio Cayre (8/12/44), Juan Ramos (13/08/45). Tesorero: Miguel Salomón (13/08/1945).
31/03/1947: Presidente: Francisco A. Argelich. Vice: Marcelino Herrero (hasta que el 10/06/49 asume Tito Paulón). Secretario: Bernardino Robla. Cristóbal Vigna (23/06/51). Tesorero: Desiderio García. Cristóbal Vigna (10/06/49), Argeste Oriani (23/06/51). Vocales: Bartolomé Funes. Marcelino Lucero (10/06/49).
06/09/1953: Presidente: Francisco A. Argelich. Vice: Carlos Ceresole. Secretario: Domingo Ricci. Tesorero: Argeste Oriani. Vocal: Domingo Benito. 03/10/1955: Presidente: Juan Ariagno (Comisionado Interino). Junta consultora (3/11/55) Natalio Julio Mandrini, Angel Ceresole, José Monge, Juan Ramos.
05/08/1957: Presidente: Desiderio García. Autoridades: Juan Ramos, Angel Ceresole, Natalio Mandrini, Rubens Aldo Fernández. Secretaria tesorera designada: Srta. Mirta Machicote, reemplazada el 14/07/58 por la Srta. María Esther Calandra.
10/08/1958: Presidente: Enrique Borghi. Autoridades: Alberto Cercotti. Carlos Bongianino. Mario Angel Vidales, Antonio Marchetti.
3/07/1962: Presidente: Francisco La Gioiosa. (Hijo). Secretaria: Mirta Machicote.
01/04/1964: Presidente: Mario Angel Vidales. Secretaria: Nelly. E. García (hasta que es designada Secretaria Tesorera la señora Mafalda Vigna de De La Mano). Vocales: Antonio J. Ariagno. Antonio Bongianino Paniale.
20/09/1973: Presidente: María Allasia de Bongianino. (Primera mujer en el cargo de presidente de Fomento, designada por el Gobernador Aquiles J. Regazzoli). Secretaria: Araceli Boschero.
04/05/1976: Presidente: Daniel Cristóbal Vigna. Secretaria: Mirta Machicote.
14/05/1981: Presidente: Oscar Alfredo Benito. Secretaria Tesorera: Mafalda Vigna de De la Mano.
1983. Presidente: María Allasia de Bongianino (Designada por el Gobierno Provincial). Secretario: Mario Bongianino.
1987: Presidente: Oscar Alfredo Benito (Primer Presidente de la Comisión de Fomento elegido por el voto popular). Concejales: Héctor Sánchez, Jorge Bongianino. Juan Néstor Allasia. Secretaria tesorera: Mafalda Vigna de De la Mano.
1991: Presidente: Oscar Alfredo Benito. Secretaria tesorera: Mafalda Vigna de De la Mano. Concejales: Pablo Fioravantti. Jorge Eduardo Pereyra. Ricardo Re.
1999: Presidente: Oscar Alfredo Benito. Secretaria tesorera: Susana Sánchez. Concejales: Raúl Santos. Silvia Sánchez. Alfredo Benvenuto.
2003: Presidente: Oscar Alfredo Benito. Secretaria tesorera: Susana Sanchez (2005), Esmeralda Bernal. Concejales: Raúl Santos. Marcela Gago. Aníbal Behierbach.

A continuación, describiremos aquellas obras y hechos trascendentales realizados por los diferentes integrantes de la Comisión de Fomento a lo largo de su historia:
Año 1928
• Bajo la presidencia del Sr. Vicente Arias, se decide la compra del primer grupo de luz eléctrica, a la firma “Motores Deutz Otto Legítima” de Bs. As.
Año 1929
• Se inaugura oficialmente el edificio de la Comisión de Fomento.
• Tras el Congreso de Municipalidades y Comisiones de Fomento, se decide cobrar las chapas patentes de los automóviles.
Año 1930
• Considerando el fracaso de las cosechas, se decide una rebaja en dichas patentes. También se acuerda fijar como velocidad máxima a 15 km/h para los automóviles dentro del radio urbano, el cobro de permisos para realizar bailes, funciones cinematográficas, romerías, etc, excepto que las mismas tuvieran carácter benéfico; las multas por arrojar basura, dejar animales sueltos, la fiscalización de las obras y reformas edilicias, los permisos para la instalación de ventas y anuncios.
• Se llama a licitación con el plazo y término de 8 días a través de publicaciones en 2 diarios de la localidad de General Pico, considerando a esta Ciudad con comercios y representaciones competentes para la adquisición de las máquinas y demás materiales y efectos para la instalación de la Usina por cuenta directa y explotación administrativa de la Comisión de Fomento.
• Autorizada la instalación de la Usina Eléctrica y del alumbrado público, se decide la construcción del edificio para la misma.
• Se aprueba el cobro mensual de la energía eléctrica por parte de los habitantes de cada inmueble, fijando el horario de alumbrado desde la puesta del sol hasta la medianoche.
Año 1931
• Se autoriza a poner en uso el carnet de conductor de automotores, fijando el precio para la obtención del mismo.
• La Comisión de Fomento dispone que: aquellos vecinos que no arreglen sus veredas deberán pagarle a la misma el importe de las obras de refacción.
Año 1932
• Debido a la lluvia de cenizas que castiga la región, la Comisión de Fomento ocupa personal para la limpieza del pueblo, y decide posteriormente la compra de guardapolvos, tricotas, medias y zapatillas para los niños de la Escuela.
• Por primera vez, se denuncia en la comisaría de General Pico un acto de vandalismo, en el cuál fueron cortados los cables de la Usina frente al edificio.
Año 1933
• Por primera vez en su historia es intervenida la Comisión de Fomento por el Sub Comisario local, quién durante un mes realizaría un inventario de los bienes comunales. Posteriormente asume el cargo de Presidente el Sr. Francisco La Gioiosa.
• Debido a la precaria situación de muchos vecinos, la Comisión de Fomento decide festejar el 25 de Mayo repartiendo ropa entre los necesitados.
• Se aprueba un convenio con la Compañía Argentina de Teléfonos para que un aparato de la misma pueda ser utilizado por la Comuna.
• Se decide la compra de un terreno para la construcción de un matadero y la creación de un cementerio.
Año 1934
• Se acuerda una subvención al Hospital Gobernador Centeno de Gral. Pico para atender a los enfermos de la localidad.
Año 1936
• Se resuelve comprar dos camas para destinarlas a las salas de internación del Hospital Centeno, y posteriormente la realización de kermeses a beneficio de dicha institución.
Año 1937
• El Farmacéutico Dr. Joaquín Sánchez coloca más de 200 vacunas antidiftéricas en los niños y adultos de la Localidad. Su farmacia era reconocida como una auténtica sala de primeros auxilios.
Año 1938
• Se aprueba la instalación de un consultorio Médico en Dorila, gracias a la buena voluntad del Dr. Emilio Guzián de la Mutualidad de General Pico, quien se ofrece a atender dos veces por semana a los dorilenses, haciéndolo en forma gratuita para los más carenciados.

Año 1939
• Con la colaboración del Dr. Guzián, se decide realizar una campaña de vacunación antivariólica y antidiftérica en las escuelas N° 49, Nº 147 y N° 163 de la zona rural.
Año 1940
• Se reitera la campaña de vacunación antidiftérica debido a un caso de difteria en la zona rural.
• Se forma la Subcomisión Pro Monumento al Gral. San Martín (el cual posteriormente se erigiría en la ciudad de Santa Rosa).

Año 1941
• Se forma la Comisión Local Pro Formación 5000 Pilotos Argentinos, siendo constituida por los integrantes de la Comisión de Fomento, presidido por el Sr. Cándido Díaz, junto al encargado de la Sub Comisaría local, Don Santos López, el encargado del Registro Civil José Oriani, el Dr. Emilio Guzián, el farmacéutico Heraldo Mozoli, el presidente de la Cooperadora “Bernardino Rivadavia”, José Bauducco, el Presidente del Club Sportivo Dorila Ramón Pelayo, el Jefe de Estación, Perfecto González y el peluquero Antonio Garibaldi, etc.
• A pedido de la Gobernación del Territorio se confeccionó un plano de la localidad, delimitando el lote 18 pueblo Asteazú. y el lote 19 pueblo Dorila.
• Se crea la Comisión de Fomento del Arbolado de la localidad, presidido por el Director de la Escuela N°49. Bartolomé Funes y posteriormente por el farmacéutico Heraldo Mozoli.
• Se brinda colaboración con la Comisión local Pro Monumento a Raúl B. Díaz.
• El Diario “La Capital” de Santa Rosa se ofrece a realizar la primera biografía histórica del pueblo.

Año 1942
• Por primera vez, un personaje querido del pueblo, José “Pino” Gribodo, colabora con la Comisión de Fomento en el arreglo de focos públicos.
• Se adquiere el primer carro aguatero para regar las calles del pueblo.
• Culminan las obras de arbolado, y se plantea el pedido del Gobernador de contar con una pista de aterrizaje para aviones. Asimismo, el Dr. Ricardo A. Casella de General Pico es autorizado a atender dos veces por semana en la localidad, y la misma aprobación se le otorga al idóneo en farmacia Luis Bologna.

Año 1943
• Se establece la mano izquierda como carril obligatorio para transitar dentro del radio urbano.
• El Dr. Casella con vacunas enviadas por la Asistencia Pública de Santa Rosa, realiza una campaña de vacunación antivariólica y antidiftérica.
• El Dr. Casella presenta su renuncia.

Año 1944
• Colabora en la colecta Pública “Pro base Aérea Militar de La Pampa”.
• Por primera vez, se colocan altavoces en la Biblioteca Sarmiento para retransmitir el discurso por radio del cementerio adquirido por Francisco La Gioiosa, se envía un pedido de informe a la Gobernación.
• Se constituye la comisión de defensa antiaérea pasiva de Dorila, presidida por Bartolomé Funes.
• En razón de contar con un terreno para la instalación de un cementerio adquirido por Francisco La Gioiosa, se envía un pedido de informe a la Gobernación.
Año 1945
• Se constituye la comisión oficial Pro-monumento al Gral. Bartolomé Mitre.
Año 1947
• Es médico de ésta Comisión el Sr. Cigarraga.
Año 1948
• Colabora con la Comisión Pro-Intervención Marchini en el Gran Premio “América del Sud”, para que el corredor Juan Marchini pueda participar del mismo.
• Se vuelve a dejar sin efecto el pedido de construcción de un campo de aterrizaje
Año 1949
• Colabora con la Comisión Vecinal Pro- Arreglo camino Trilí-Dorila.
Año 1951
• Se autoriza al Sr. Francisco Barón la demolición del primer edificio de la Escuela N°49.
Año 1955
• Colabora con la Comisión Pro-construcción camino General Pico-Dorila.
Año 1956
• Se forma una comisión para el desarrollo vial de la zona, presidida por el Sr. Antonio Ariagno.
Año 1957
• Con motivo de la inauguración de la Capilla de Dorila, es declarado Huésped de Honor al Obispo Diocesano, Dr. Jorge Moye.
• Se aprueban las primeras viviendas del Banco Hipotecario Nacional.
Año 1958
• Colaboran con la colecta Nacional para mitigar los daños en Capital Federal) ocasionado por inundación.
Año 1959
• Es declarado Huésped de Honor al Interventor Nacional de la Provincia de La Pampa, Dr. Ismael Amit, ilustro visitante de la localidad.
• Considerando la colaboración del Dr. Campi, quien en varias oportunidades vacunó a la población infantil del pueblo proveyendo las vacunas antivariólicas. antipoliomelíticas y triples sin exigir retribución alguna. se decidió colaborar económicamente con el centro materno infantil de General Pico.
Año 1961
• Colabora en la recientemente formada “Cooperativa Eléctrica de Dorila”, destinado a hacerse cargo del suministro de luz y energía eléctrica en ésta localidad, mediante una línea de alta tensión proveniente de Gral. Pico.
Año 1962
• Se aprueba la compra de solares destinados a la construcción de biaza pública.
• Colabora económicamente con la Institución Nacional Scoutismo Provincia de La Pampa.
Año 1963
• Solicita colaboración el Hospital de zona de Gral. Pico para realizar vacunación antipoliomelítica, debido a la aparición creciente de casos en esa ciudad.
• Se aprueba la instalación de una sub-estación de rebaje de alta tensión en terreno de la Usina Eléctrica.
Año 1964
• Se crea la Comisión “Pro-plaza Dorila”.
Año 1965
• Se solicita la concesión exclusiva de la prestación de servicios de energía eléctrica a la Cooperativa Eléctrica de Gral. Pico.
Año 1966
• Se autoriza nuevamente la expropiación de un terreno para la construcción de una Plaza Pública.
Año 1967
• Se concede el salón de la Comisión de Fomento para la instalación de un consultorio a pedido del Dr. Pedro Luis Torales Guzzio, a fin de asistir a las familias indigentes del medio que no podían asistir a Gral. Pico. El mismo comenzó a funcionar el 12-10-67.
Año 1968
• Se autoriza al Club Sportivo Dorila realizar un baile organizado por los alumnos de 5° Año de la Escuela Normal de Gral. Pico.
Año 1969
• Es contratada la Casa Ilariuzzi para la colocación de faroles a gas de mercurio en la Plaza
• Se llama a licitación para la construcción de un parque infantil.
• Ramón Pelayo dona un terreno para la edificación de dicho parque.
• Arturo M. Sever dona un solar que será destinado a la construcción de un edificio de correos y telecomunicaciones, teléfono y departamento encargado.
Año 1970
• Solicita los servicios del Dr. Pedro Luis Torales para que atienda a todos los enfermos no pudientes en las proximidades de Dorila.
• Solicita a Corpico la instalación de una pasteurizadora en las proximidades de Dorila.
Año 1971
• Colabora con el centro de Presidentes Pampeanos en Capital Federal para la construcción de un edificio propio.
Año 1972
• Participa del homenaje Juan Mecca, Director de la Banda Sinfónica de la Provincia.
• La sanción de la Ley N° 618 de la fecha 5 de Mayo de 1972, por parte del Superior Gobierno Provincial; por su Art. 3° determina, que la Comisión de Fomento tendrá a su cargo el Registro de Marcas y Señales y la expedición de guías y boletos de señal para el ganado. El Sr. Mario Angel Vidales, Mafalda de De la Mano y María Isabel Vigna, Presidente, Secretaria Tesorera y Secretaria Suplente, indistintamente, quienes subscribían la expedición de guías y certificados, boletos de ganados y demás documentos que harán al desenvolvimiento de ésta incorporación.
• Se constituye una junta Municipal de Defensa Civil: Presidente: Mario Ángel Vidales. Secretario: Mafalda de De la Mano. Vocales: Cristóbal Vigna. Domingo Benito, Alberto Guaraglia y Carlos Bongianino.
• Construcción de veredas a cargo de la empresa José López.
• La designación de la Sra. Elba L. Acebal de Rechione para colaborar en el trabajo de oficina tres veces por semana.
Año 1973
• Préstamo para construcción de dos viviendas.
• Licitación para la construcción de una habitación en el inmueble propiedad de la Comuna que ocupa la Empresa Nacional de Telecomunicaciones.
• Construcción de cordones en veredas.
Año 1974
• Adquisición de una ambulancia.
Año 1976
• Adquisición de un acoplado, tanque regador y una electrobomba sumergible.
Ario 1977
• Director Gral. De Asuntos Municipales hace entrega de una motoniveladora.
Año 1980
• Adquisición de un vehículo de uso comunal.
Año 1982
• Se construye el salón de actos Comunal.
• Adquisición de bomba sumergible para abastecer de agua potable a la Localidad.
Año 1983
• Decreto N° 25/83, otorgamiento de becas para Estudiantes.
• Cerramiento de Polideportivo, colocación de pisos y ventilúz.
• Alumbrado de las calles a gas de mercurio.
• Plan de 10 viviendas E.P.A.M.
Año 1985
• Donación de terrenos propiedad de la Comisión de Fomento, al Instituto Provincial Autárquico de la Vivienda para que sean construidas viviendas.
• Construcción edificio Registro Civil.
Año 1986
• Construcción edificio del Comedor.
Año 1988
• Terminación de cochera.
• Primer programa de vacaciones para niños.
• Construcción viviendas Plan P.V.P.
• Construcción viviendas Plan Fonavi XXXIII.
• El día 31 de Octubre se crea la Comisión de Cultura, formada por: Delia Vidales de Benito. Mafalda V. de De la Mano. Gabriel Zabaleta y colaboradores. Elba M. L. de Rechione y Florentina Bravo.
Año 1989
• El día 30 de Noviembre el jefe de Correo de Gral. Pico manifiesta que será cerrada la Estafeta que funciona en la localidad si la comuna, no absorbe los gastos que demanda una empleada que se haga cargo del funcionamiento de la misma. Resolviendo el Presidente de la Comisión de Fomento nombrar de encargada a la Srta. Mirta Machicote, y de suplente, Rosa Giacobe de Suarez.
• Inauguración de dos viviendas Plan EPAM.
• Por intermedio de Dirección de Cultura se logró implementar cursos de costura, estampado en tela, dactilografía, para iniciación de los mismos, se adquieren elementos necesarios por parte de la Comuna.
Año 1991
• Se accede o alquila el salón Polideportivo Municipal a distintas cooperadoras que así lo requieran, para la realización de distintos eventos.
• Se asigna el nombre José “Pino” Gribodo al flamante Complejo Recreativo (piletas de natación, una para niños y otra para adultos, sanitarios, duchas, cancha de paddle, cerco olímpico, parillas, juegos para niños y forestación),se realiza un acto con autoridades Provinciales donde es inaugurado.
• Se inauguran diez viviendas del plan FONAVI; actos acompañados de competencias ciclísticas, y campeonatos de football.
• Muestra artesanal de Agustín Vicente, considerado el mejor artesano entre 14 provincias Argentinas.
• Colaboran con la cooperadora Policial de Dorila para la compra de sanitarios y accesorios.
• Presta colaboración con los productores de la zona afectados por el fenómeno meteorológico de vientos, piedra y lluvia que se abatió sobre Dorila el día 24 de Diciembre de éste año.
Año 1992
• Se dictan clases de corte y confección, tejido, armado de muñecos y anexos, a cargo de la Sra. Hilda de Equisito.
• Se encomienda al Sr. Manuel Rubio para que, por su cuenta explote la flamante cantina del Complejo Pino.
• Se inauguran diez viviendas FONAVI, construidas por el aporte del IPAV, con la presencia del Gobernador de la Provincia Dr. Rubén H. Marín.
• Venta de inmueble a empresa Telefónica de Argentina S.A, para la construcción del edificio en donde se instalarán los equipos para el funcionamiento del sistema automatizado telefónico.
Año 1993
• Fallece Mafalda V. de De la Mano, que se desempeñaba como Secretaria Tesorera de la Comisión de Fomento.
• Se implementa en la localidad el programa “PRO-VIDA”, de la Subsecretaria de Promoción y Asistencia de la Comunidad, siendo designado para tal fin al Sr. Fabián Silva, Elsa de Moreno y Alicia Martínez.
Año 1994
• Se afilia a la Federación Atlética Pampeana.
• Se construye el tinglado parabólico de la cancha de paddle.
• Prueba Atlética disputada 25 de Mayo “Fiestas Mayas”.
• Se implementa en la localidad e! Programa A.S.O.M.A, para ayudar a personas de avanzada edad.
• Solventar viajes realizados por atletas. • Préstamos Rucalhue para refacción de viviendas.
• Se implementa el programa AYELEN y CUMELEN.
• Se realiza viaje a Sierras de Lihuel Calel, con gente del pueblo.
Año 1995
• Inauguración Campo de Domas.
• Inauguración de seis viviendas y siete cuadras de cordón cuneta.
• 6 unidades habitacionales del proyecto 5000.
• Obra de cordón cuneta en calle Segundo Gonzáles.
• Inauguración de red telefónica para tele discado directo.
• Cerramiento del guincho “Complejo Jose “Pino” Gribodo.
Año 1996
• Implementación Plan Entre Nosotros, para personas radicadas en el medio y desocupadas.
Año 1997
• Creación del Escudo de la localidad.
• Inauguración del remodelado Edificio Comunal (ex telefónica), en donde funcionará la Posta Sanitaria.
• Se crea el Concejo Comunal de La Mujer, fueron designadas las Sras. Elsa G. Ercoli, Marcela A. Gago y Alicia H. Martínez.
• Se realizan viajes a Pehuencó para recreación y esparcimiento con gente de la comunidad.
Año 1998
• Se realiza el tinglado en el corralón Municipal para guardar maquinarias y herramientas.
• Se realiza viaje a la Laguna Don Tomás para recreación con gente de la localidad.
Año 1999
• Se realizan alteos en caminos vecinales, incesante obra de todos los días a causa de las inundaciones.
• Viaje a Guatraché con chicos de la colonia de vacaciones dirigida por Fabián Silva.
Año 2000
• Adquiere el tractor Deutz 85 mod. 71 a la firma Rayera Diesel de Gral. Pico, siendo el vendedor el Sr. Valentín Vicente de Intendente Alvear.
Año 2001
• Colabora económicamente con el Hogar Oncológico Anay- Ruca de Sta. Rosa, en su campaña de socio protector.
Año 2002
• Se construyen 5 viviendas FONAVI plan 3000.
• Se realiza tan soñado y anhelado proyecto, la red domiciliaria de gas natural.
• Implementación de programas “Jefes y Jefas de hogar”.
Año 2003
• Cede espacio físico de inmueble comunal para la Biblioteca Popular “José E. Rosales”.
Año 2004
• Se realiza en la calle de acceso de la Localidad un Boulevard.
Año 2005
• Construcción de 2 viviendas, programa Provincia y Municipio.
• Inauguración edificio AYELEN y programa PRO-VIDA.
Año 2006
• Se implementa el programa alimenticio Nacional “El Hambre más Urgente”.
• Se construyen 2 viviendas PYM.
• Se re-inaugura la cancha de fútbol del Club Sportivo Dorila (cerrado olímpico, cerco con tapial y tejido), para ser destinada a la “Liga Municipal de Fútbol”.
• Se adquiere otra Traffic para el traslado de los alumnos de la zona rural y los del Polimodal a la vecina localidad de General Pico.
• Junto a la “Comisión de Festejos del Centenario”, se decide ponerle nombre a las calles, las cuales estaban enumeradas, fue decisión por unanimidad llamarlas con nombres de fiestas patrias, con los nombres de quienes eran dueños de las tierras donde se fundó el pueblo, nombre del primer Comisionado, y también otros nombres haciendo alusión a los indios que habitaron nuestras tierras, a nuestras madres patrias, a los maestros por sus enseñanzas, etc.
1) Boulevard San Martín. 2) España. 3) Malvinas Argentinas. 4) Italia. 5) 9 de Julio. 6) Maestros Pampeanos. 7) 25 de Mayo. 7 bis) Indios Ranqueles 8) Santiago Martellono. 9) Pedro B. Graciarena. 10) Segundo Gonzáles. 11) José Leandro Parera. 12) 30 de Marzo.

CAPILLA NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO

La Capilla Nuestra Señora del Rosario de Fátima de Dorila, fundada el 28 de Septiembre de 1957 representa la continuidad del trabajo realizado desde los albores del pueblo por los sacerdotes de General Pico que a través de la Parroquia Nuestra Señora de La Merced atendían periódicamente a los fieles de las localidades vecinas. Dicha labor comenzó en la década del 20, lo cuál significa una obra de gran valor humanitario y religioso, considerando las dificultades que atravesaban éstos párrocos para llegar a su destino.
El alma de la iniciativa para la llegada de la Iglesia a nuestro pueblo fue Doña Celia Pelayo de Díaz, esposa de Don Cándido Díaz, quien por muchos años fuera Presidente de la Comisión de Fomento. Gracias a su empeño, se concretaron las primeras misas, bautismos, casamientos y la enseñanza de Catecismo a todos los niños.
Durante muchos años, estas ceremonias fueron llevadas a cabo en las instalaciones del Club Sportivo Dorila, las mismas eran cedidas gentilmente por ésta institución, y ornamentadas para tal fin por las catequistas María, Lucila, y Blanca Pelayo, quienes también preparaban un chocolate que se servía a los presentes tras finalizar el oficio religioso. Posteriormente en otros locales se fueron realizando las tareas de enseñanza de catecismo ya mediados de la década del 30 se recuerda la visita anual del R.P. Juan Farinatti, quien se quedaba por unos días en Dorila recorriendo sus hogares.
Era común verlo en la quinta de Don José Natal, alentándolo en sus tareas. Por aquel entonces, las Sras. Amalia Vesco, y Fortunata e Isabel Laborde, colaboraban con la Sra. de Díaz y las Srtas. Pelayo, en el arreglo de los locales para oficiar la misa. Posteriormente ésta misión estuvo a cargo de las Sras. Josefa Ricci de Paulón, Ana Flora, y Virginia Natal, Leticia y Mafalda Vigna, María Rosa y Margarita Delia Benito, Celia y Marta Naviera. Cuenta la historia que Doña Celia traía desde su casa manteles y sábanas blancas para ornamentar el altar, y también el crucifijo, que según su relato, la acompaño en su viaje de bodas a España. También se traían flores del jardín de Doña Margarita Magra de Caldo, macetas con plantas de Doña Josefa Gil de Patiés, cuadros de la Virgen María que poseía Doña Liberata Garibaldi, etc. Estos actos de generosidad se recompensaban con la asistencia masiva de fieles a la misa.
Entre otras anécdotas de la época, a Doña Margarita Vaira de Natal, el padre Farinatti la hacía familiar del R.P. Pedro Juan Vaira , de dilatada trayectoria en La Pampa. Sabía además que sus padres, Don Francisco Vaira y Doña Ana Ronco de Vaira, junto a sus cuatro pequeñas hijas Amalia, Virginia, Ana y Teresa, habían viajado de paseo a Italia en el mismo barco en el que oportunamente junto al Padre Cagliero había ido Ceferino Namuncurá.
Por aquellos años, La Pampa no tenía Obispado propio, y la feligresía dependía del Obispado de Mercedes (Bs. As.) cuyo titular fue durante muchos años Monseñor Anunciado Serafín. El mismo hizo un paso por Dorila en tren a comienzos de la década del 40, siendo recibido con júbilo por Don Cándido Díaz (Pte. de la Comisión de Fomento), y por toda la comunidad, siendo la niña Tita Díaz quién dijo las palabras de bienvenida.
Las visitas sacerdotales eran muy espaciadas, y frecuentemente las familias más numerosas llegaban sin padrinos a bautizar a sus hijos. Gracias al gesto de los vecinos, rápidamente se encontraban padrinos y personeros que representaban a quienes no habían podido asistir. Se recuerda que Don Manuel Martín reunía un gran número de ahijados, lo mismo hacía Juanita Monge que designaba a sus hermanos José y María Ana y al esposo de ésta, el Sr. Cándido Pelayo. De ésta manera se lograba que ningún niño quedara sin bautizar.
Otro hecho histórico en la Fe de los dorilenses ocurrió el 13 de Febrero de 1938, cuando los siguientes niños tomaron su primera Comunión: Josefa Pérez, Victorina Paire, Estefanía Irazusta, Olga Pereyra, Clara Ariagno, Juana Pérez, Margarita Fernández, Nena Barbero, Irene Gonella, María Regina Barbero, Rosa Freigedo, Dominga Paire, Leticia Vigna, Ana Flora Natal, Haydé González, Mercedes Peralta, Leoncia Díaz, Nelli Ojeda, Angela Fernández, Evelia Márquez, Gladis Pereyra, Nélida Casola, Florentina Frigedo, Virginia Natal, Mafalda Vigna, Osvaldo Pelayo, Andrés Vigna, Luis E. Cayre, Rodolfo Felisevich, Juan Carlos Pelayo, Claudio González, Marcelo Peralta y Miguel Pereyra. Las catequistas y colaboradoras fueron: Victoria Oreja, Amalia Vesco, Celia Pelayo, Josefa Ricci, Ida Oreja, Juanita Monge, Natividad y Benedicta Oreja.
Pasaban los años y la iglesia de Dorila seguía sin contar con su propio edificio. El R.P. Pampín supo oficiar las misas en el salón que ocupaba la Comisión de Fomento, Doña Celia Pelayo de Díaz tocaba el armonio, el coro lo hacían todos los asistentes. En muchas oportunidades, también prestaron los salones para los oficios religiosos Don Santiago Martellono y posteriormente se le alquilaron al adquiriente de los mismos, Don Francisco Barón.
A comienzos del año 1945, el nuevo Párroco de Gral. Pico R.P. José Ochoa concurría periódicamente a Dorila e instaba a que la Capilla debía tener su propio local. Por entonces. las misas eran oficiadas mensualmente en un salón del hotel de Don Angel Biasussi por el R.P. Julio Lowry, quien en ciertas oportunidades se quedaba unos dias en el pueblo llevando la palabra de Dios a cada vecino que visitaba. Asismismo, era el portador del Semanario «El Amigo del Hogar». cuya representante en Dorila era la Srta. Virginia Natal. E» d’cho hotel. y por convocatoria del Padre Lown.. e 11 de Agosto de1946 se redacta el Acta de Fundación de la Capilla de Dorila y se designa una Comisión encargada de la construcción de un edificio para la misma, siendo su presidente Doña Celia Pelayo de Díaz. En representación del R.P. José Ochoa, Cura Vicario, el Padre Lowry confirma dichas designaciones. El 22 de Abril de 1948, con la presencia de los Padres Ochoa y Lowry se crea una nueva comisión, encabezada por la Sra. Josefa Ricci de Paulón. Tras asumir sus cargos, se instituyó a la capilla el nombre de «Nuestra Señora del Rosario de Fátima» (ausente en el Acta) en lugar de San Juan Bautista.
La flamante comisión directiva de la Asociación Pro-Capilla de Dorila comenzó a reunirse mensualmente con el objetivo final de recaudar fondos e insumos para la construcción de la Capilla. Entre sus actividades realizadas, según consta en actas, caben destacar la compra de la imagen de la Virgen de nuestra Señora de Fátima a fines de ese año, como así también el envío de una carta a Eva Duarte de Perón, solicitándole un jeep destinado a la movilización de los sacerdotes. Se organizaron rifas, almuerzos, funciones cinematográficas, y colecta de donaciones económicas y materiales, mientras que se seguían efectuando las misas, novenas, rosarios, propagandas religiosas, funciones del Coro de Gral. Pico, clases de catecismo, etc.
Otro evento histórico para la Fe de los dorilenses fue el almuerzo de camaradería realizado en el Club Sportivo Dorila, organizado por la Comisión antedicha y con donaciones de vecinos, el día 13 de Octubre de 1953. Los logros de esta fiesta se reflejan emotivamente en las palabras que pocos días más tarde manifestaron los integrantes de la Comisión en sus actas: «En el pueblo de Dorila, provincia Eva Perón, siendo las 18 horas del día 18 de Octubre de mil novecientos cincuenta y tres, se reunió en el local de la Capilla, la Comisión de la Asociación Pro-Capilla, bajo la Presidencia de su titular Josefa Ricci de Pailón y con la asistencia de las señoras: Julia Ares de Martín, María Rosa Benito de Argelich y Angélica Orlando de Gómez, y la señorita Esther Hortensia Ozot, resolviéndose: Agradecer a todas las personas que de una u otra manera contribuyeron para el mejor éxito de la fiesta que se realizó en honor de la Santísima Virgen de Fátima patrona de nuestro pueblo. Demostrando así al pueblo de Dorila que estaba capacitado para moldearse en la Fe y la Moral.
Cristiana y ejercitándola de continuo saldrán verdaderos Católicos Prácticos. Pues ofrecieron ese día el hermoso espectáculo de estar todos unidos. Era el pueblo dorilense que buscaba a Jesucristo siguiendo a la Virgen de Fátima. Ese día hicieron un acto generoso y por lo mismo grande. La presencia de ellos gritaba interiormente que querían vivir su Bautismo, vivir de purezas de los mandamientos, en una palabra que querían servir a Cristo, el Hijo de María, y que para eso buscaban la ayuda de su Madre.
Dichoso e imborrable día, aquel 13 de Octubre día de promesas sagradas que presenciaron los ángeles y que se anotó sin duda con letras de oro en el libro de la vida: La promesa de la construcción de la Capilla de Dorila.
Exhorta el Reverendo Padre Ochoa en su plática a que todos colaboren, siendo ese día el comienzo, toda la vida que sigue debe ser el cumplimiento generoso, esforzado y constante de esa promesa: “La sencilla pero hermosa Capilla”.
En dicha reunión se decidió pedir una audiencia con el entonces Gobernador de la Provincia: Salvador Ananía, a fines de pedirle “ayuda económica”. Posteriormente, en el acto del día 28 de Septiembre de 1954, se decide celebrar las fiestas Patronales el día 13 de Octubre. A su vez se designaron los padrinos para la bendición de la imagen de la Virgen donada por Francisco Lagioiosa y su familia.
El 11 de Mayo de 1955, estando ya de Párroco en General Pico el R.P. Albino Castellaro, se reunió nuevamente la Comisión de la Asociación Pro-Capilla, presidida por la Sra. Josefa Ricci de Pailón, decidiendo aceptar la donación del terreno para la construcción de la Capilla por parte del Sr. Ramón Pelayo ySra. También se autorizo al Sr. Angel Ceresole y Sra., ya la Sra. de Gómez, la compra de 15.000 ladrillos, y se encargó al Sr. Andrés Behierbach la limpieza del terreno donado para edificar la Capilla. El R.P. Albino Castellaro fue el encargado de continuar la obra que con tanto esfuerzo iniciaron sus antecesores. Fue así que el 17 de Noviembre de 1955, acompañado del Sr. Francisco Lagioiosa (hijo), la Sra. Rosario de Lagioiosa, Sra. Julia Ares de Martín, y Josefa de Ceresole, iniciaron una colecta por la zona rural paró dar comienzo a la construcción de la Capilla. El 10 de Febrero de 1956 se eligió una Comisión de caballeros destinada a cooperar en la edificación de la Capilla. Finalmente el día 28 de Septiembre de 1957, en el año del Cincuentenario de Dorila fue inaugurada la Capilla Nuestra del Rosario de Fátima. Este hecho trascendente consta en artículos periodísticos y en la memoria de los vecinos, ya que no figura en el libro de Actas de la institución, así tampoco la colocación de la Piedra Fundamental. La Comisión comenzó a reunirse periódicamente a fines de organizar rifas, kermeses, ferias de platos, etc., con e: objetivo de realizar obras para el mantenimiento y mejoramiento de la Capilla. En 1960, se organizó la primera fiesta de Navidad, adornada por pesebres, villancicos, árbol de Navidad y entrega de juguetes; continuaron con las novenas, el Catecismo y las Fiestas Patronales. El 28 de Junio de 1964 se renovó la Comisión, aceptando con profundo agradecimiento el retiro de las Sras. Julia A. de Martín y Josefa R. de Ceresole, tras largos años de trabajo. El 7 de Abril de 1965 presentan su renuncia la Sra. Josefa R. de Paulón y la Sra. Dolores J. de Gonzalez a sus cargos de Presidenta y Tesorera respectivamente de la comisión. En su lugar, y tras realizarse una nueva votación, asume la Presidencia la Sra. María A. de Bongianino, mientras el cargo de Tesorera queda en mano dé Dominga P. de Mensa. Al día siguiente se hace traspaso de los Libros de Actas y de la recaudación de la Comisión, y se decide enviarles sendas cartas de agradecimiento a las Sras.de Paulón y de Gonzalez por haber trabajado con tanto esfuerzo y con tantos logros por el bien de la Capilla. Año tras año, la Comisión se siguió reuniendo periódicamente, y se fueron renovando sus cargos, continuando en la Presidencia la Sra. De Bongianino. En el año 1969, tras la recaudación de fondos en diferentes eventos o a través de donaciones se decide la construcción de un baño, una pieza, el cielo raso y el arreglo del altar. En el año 1971 asume la Presidencia de la Comisión el Sr. Alberto Guaraglia, encontrándose como Párroco local el Padre Cándido Miranda. Algunos hechos destacables de esa época fueron: el agasajo que se le realizó a la Sra. Carmen Delait de Devoto, por todas las donaciones que realizó a la Capilla, y la llegada de los Reyes Magos por primera vez para todos los niños de Dorila, representados por los Sres. Hugo Robla, Rubén Ramos y Oscar Benito.
Año tras año se siguieron organizando kermeses, rifas, Días de Reyes, y otros eventos por el bien de la Comunidad, como así también mejoras edilicias en la Capilla. El 24 de Abril de 1977, con la presencia del Reverendo Padre Melo, se elige mediante voto secreto una nueva Comisión. La misma quedó presidida por la Sra. María E. A. de Bongianino, siendo nombrada catequista la Sra. Delia M. Vidales de Benito. Esta última asume la presidencia de la Comisión de Festejos en Septiembre de 1981, con motivo de recibir a la Virgen Peregrina.
Según consta en actas, a principios de 1985, y tras recibir la visita de un grupo misionero de la Ciudad de Avellaneda encabezado por el R.P. Gustavo Palomeque, comienzan a reunirse semanalmente un grupo de creyentes denominado «Encuentro de Fe». Acompañados por el R.P. José María Barbano y con la colaboración del Sr. Aurelio Flores, se proponen una meta, entronizar a la Virgen «Nuestra Señora del Rosario de Fátima», en un lugar cercano a Dorila. Luego de varias reuniones se decide hacerlo, previo permiso de Vialidad Provincial, a la vera de la Ruta Provincial N°1, aproximadamente a 300 mts del paso a nivel Norte de la Localidad. Logrado el_ permiso correspondiente se comienza a trabajar para recaudar fondos destinados al logro de la obra. Por diferentes razones, éste grupo juvenil va disminuyendo en cantidad pero no en entusiasmo. Así llega el día 7 de septiembre de 1986 en que se coloca la Piedra Fundamental, en la cual se incluyó: una imagen Bendita de su Santidad Juan Pablo II, un llavero recordación del natalicio de Ceferino Namuncurá, monedas del año 1986, un pergamino firmado por los presentes en dicho acto, fotos instantáneas de ese momento. Seguidamente se transplantó un ejemplar de Eucina, árbol que recuerda la aparición de Nuestra Señora de Fátima.
Finalizada tan emotiva ceremonia se realizó un almuerzo de camaradería con gran asistencia de fieles el Polideportivo Comunal. El 27 de Agosto de 1989 tras esporádicas reuniones de los vecinos a fines de organizar las peregrinaciones a la gruta, las Fiestas Patronales y la Comunión de los niños se forma una nueva comisión presidida nuevamente por María E. A. de Bongianino; quién renunció al año siguiente.
En 1995 se forma un grupo de Fe presidida por Mariano Bedetti, el cual retoma las actividades para la recaudación de fondos para la Capilla. En 1998 el grupo mencionado formado por: Pablo Fioravanti, Mariano Bedetti, Alina González, María de Bongianino y Alicia de Martínez, asume como finalidad principal la terminación del salón de usos múltiples aledaño a la Capilla. A partir de Septiembre del año 2000, con la autorización del Padre Néstor Zubeldía, se decidió convertir el libro de Actas de la Capilla en un libro de crónicas que relate el camino espiritual de la Comunidad. Ese mismo año fue despedido con hondo pesar a un gran colaborador de la Capilla, el Padre Serafín Molino. El grupo de Fe de la Capilla lo recordó con estas palabras: «Su muerte ha sido igual que la semilla pequeña que cae en el surco y muere para dar frutos abundantes. Su muerte significo para nosotros el florecimiento de una fecundidad, quizás a veces escondida, de su vida interior, de su entrega a Dios. Esa vida escondida con Cristo en Dios que vivió el Padre Serafín se convierte ahora para nosotros en bendición cargada de frutos espirituales. Sabemos que desde el cielo el Padre Serafín nos sigue dando su bendición en nombre de Cristo».
Al mes siguiente, el 5 de Octubre, se entroniza la Virgen, que es traída de General Pico, seguida de una larga caravana de automóviles ya que el día lluvioso no permitió hacer la procesión como estaba previsto. La Capilla, por aquel entonces, recibió la grata visita de los Misioneros, y el 3 de Diciembre de 2000, un grupo de la misma asistió a la celebración del Jubileo en la Catedral de Santa Rosa.
El 16 de Enero de 2001 fueron recibidos los integrantes del grupo Misionero «María Auxiliadora» de la Basílica del Sagrado Corazón de La Plata.. Con ellos, se realizaron diferentes actividades, entre ellas: procesión a la Virgen, la Misa de niños, un Bingo, reuniones de la Comunidad, la representación del nacimiento de Jesús, y la celebración de la Semana Santa. A comienzos del año 2002 empezó a realizar los oficios Religiosos el Padre Pablo Bustos, y en Agosto de ese año se realizaron las Confirmaciones con la presencia del Obispo Diocesano Monseñor Reinaldo Fidel Brédice.
Dos meses más tarde tuvo lugar la procesión con la imagen Nuestra Señora de Fátima por las calles del Pueblo que culminó con la Primera Comunión de los niños. Para las Fiestas de fin de año, se realizó un Pesebre Viviente en la Plaza y se celebró una misa donde se le dio la despedida al Padre Néstor Zubeldía. El 8 de Febrero de 2003 ocurrió un hecho que causó profundo dolor e indignación en los dorilenses. La venerada imagen de la Virgen de Fátima, ubicada al ingreso de la localidad, apareció totalmente destrozada. Tras realizarse la denuncia y el aviso al periodismo, comenzaron las tareas de reconstrucción. El sentimiento de devoción hacia la Virgen de Fátima queda manifestado en estas palabras de un vecino: «Que no crean los herejes que porque la destrozaron la Virgen va desaparecer; al contrario: ya estamos en marcha para reconstruirla y que siga bendiciendo nuestro pueblo».
El 29 de Mayo de 2003, con la presencia del Padre Eugenio Rolhaiser, se presentó el nuevo Concejo de la Capilla, coordinado por el Sr. Pablo Fioravantti. El 26 de Mayo de 2004 fue reinaugurado el monumento a Nuestra Señora del Rosario de Fátima, con una procesión que llevó la imagen de la Virgen desde la Capilla hasta la ermita. En Agosto del 2005, con la colaboración de la Comisión de Fomento, se realizaron reparaciones edilicias en la Capilla. Dorila es un pueblo que ha sabido mantener el fervor religioso a lo largo de su historia. En cuanto a sus creencias, se divide en dos grandes grupos: Católicos y Evangélicos, ambos mantienen buenas relaciones y en ocasiones han trabajado juntos.
Los creyentes Católicos viven con entusiasmo los eventos anuales como las Fiestas Patronales, el Domingo de Ramos, el Vía Crucis, La Pascua, la misa de Navidad y el Pesebre viviente en la Plaza, como así también los Bautismos. El resto del año, participa de otras actividades que son básicamente tres: la Misa mensual, el Rosario Dominical, con la lectura del Evangelio, la Catequesis de iniciación de los niños. También hay charlas prebautismales y actividad de Cáritas. Las personas que trabajan en la Capilla son: Pablo Fioravantti: Coordinador y Ecónomo; Juana Nizetich: Comunicación; Marta Rodríguez: Liturgia y Catequesis; Elvira Alfonso y Cristina Marengo: Cáritas; Rosana Gómez: Limpieza y Gustavo Miranda: Supervisor de la ermita

CLUB SPORTIVO DORILA

El Club Sportivo Dorila fue fundado el 29 de junio de 1930, siendo su primer presidente el Sr. Horacio Andreoli. Integraban esa primera comisión directiva provisoria los Sres.: Juan Forte, Eduardo Soich, Ruffo Rosales, Cándido Díaz, Valentín Walas, José Vasallo, Félix Oreja y Américo Soich. Esto no sería más que un intento inicial, ya que todo quedaría postergado hasta el año siguiente en que un grupo de jóvenes llamaría a asamblea y en el mes de Agosto, más precisamente el día 8 c1( Agosto del citado año según consta en el Acta única del primer libro de ACLdS (actualmente inexistente) de la Institución, quedaría legalmente formado. La comisión fundacional era presidida por el Sr. Monge y lo acompañaban los Sres. Tito Paulón, Juan Forte, José Ares, José Forte, Leoncio Días, Alfredo Vesco, Miguel Salomón, Raúl Estévez, Ramón Pelayo, Cándido Díaz y Domingo Arias. Funcionaba en la misma sede que se encuentra hoy, donde al comienzo fue el hotel de Don Ambrosio Giacobbe.

 

En el año 1961, el Club Sportivo Dorila recibe la Personería Jurídica por Decreto Provincial N° 874. Fue un año de actividad sin pausa, de trabajo muy fecundo, de renovación en la entidad, haciendo posible esa hermosa realidad que fue la ampliación y refacción de la Sede social, proporcionando con las comodidades logradas toda clase de festivales y reuniones sociales con el mayor de los éxitos, estrechando así, aún más, los brazos de familiaridad y cariño que unía a toda la familia del pequeño pero hermoso Sportivo Dorila. Aquella comisión por aquel entones decía… «no debemos quedarnos con lo realizado, pedían a la gente encarecidamente que tuvieran el honor de dirigir los destinos de la entidad en el nuevo período y con ello, no habremos hecho más que honor a nuestra divisa y aquellos visionarios que en el año ’30 pusieron el jalón inicial de donde partiría la existencia de Sportivo Dorila».
En el año 1964, la Srta. Ana A. Boschero, elegida el día 25 de Enero de ese año, representó a este club en Eduardo Castex en la IX Fiesta Provincial del Trigo.

 

Sportivo Dorila comenzó a integrar la Liga Zonal en 1977, ese año precisamente fue coronado Campeón. En 1978 se consagra subcampeón. En 1979 fue Campeón de primera y reserva. En ese momento histórico para el club, su presidente era el Sr. Francisco Armando La Gioiosa, integrante de la Comisión Directiva desde 1954 en diferentes cargos. Integraban dicha Comisión: Norberto González, Juan Carlos Moreno, Mirta Machicote, Antonio Vicente, Juan C. Menza, Angel Cuoto, María de Vicente, Elsa de Moreno, Eduardo Menza, Dominga de Menza.

 

Otros méritos en ese año triunfal fueron: valla menos vencida: Alberto Guaraglia; goleador del torneo: Raúl Santos, ambos jugadores del Club.
El torneo fue celebrado en una fiesta memorable realizada el 1 de Diciembre de 1979 en el Salón del Club, siendo presentada la Reina del Club: la Srta. Adriana Patricia Bongianino.
Integraban el plantel campeón: Alberto Guaraglia, Jorge Molinari, Roberto Mendoza, Julio Soria, Horacio Hernández, Tomás Quiroga, Juan Alfonso, Gabriel Quiroga, Raúl Santos, Raúl Haedo, Jorge Nolt, Miguel Mansilla, Luis Arraigada, Julio Garialdi, Raúl Labarriel, Jorge Mansilla, Antonio Suárez y Oscar Echevarría.

 

A partir de esos años, y hasta 1984, la sede recibe mejoras edilicias apreciables como construcción de escenario con camarines y sanitarios respectivos, boletería, cortinado, etc.
En 1985 se crea la primera Sub-comisión de football, siendo presidida por Raúl Santos. Desde el 4 de Octubre de1994 queda sin comisión el Club Sportivo Dorila; hay carencia de información por estos años por la no existencia de libro de actas. En el año 2001, queda enteramente formada la comisión, comprometida a trabajar con el esmero para lograr tan deseados anhelos de los pobladores de Dorila, de ver las instalaciones de la sede como en épocas iniciales de esta entidad de bien público; quedando a cargo de la presidencia Raúl Santos.

 

Por los años 2002 y 2003, se procede al arreglo del techo y pintado de la sede en su interior, todo esto realizado a pulmón por los integrantes de la Comisión, como así también el arreglo de los sanitarios. También organizaban carreras de moto Cross, para la recaudación de fondos. En el año 2005 se crea la Sub Comisión de football, con la presencia de 20 jóvenes con ganas de transpirar y revivir los colores de la camiseta, Presidente a cargo Sr. Rubén Galíndez. La Comisión Directiva el 27 de Mayo de 2005 otorga a la Sub Comisión de football el equipo de football, (14 pantalones, 14 camisetas y 14 pares de media). Durante el 2005 y parte del 2006 el Ministerio de Deporte de la Provincia conjuntamente con los Presidentes de Comisiones de Fomento de Agustoni, Dorila, Mauricio Mayer, Metileo, Speluzzi y Villa Mirasol, crean la «Liga Municipal » de football, donde los equipos que la conformaron tienen sede en los pueblos nombrados anteriormente.
La Comisión de Fomento realiza y se hace cargo del traslado de los jugadores a diferentes destinos donde se llevan a cabo los partidos de dicha Liga, siempre con la promesa de respetar al Club Sportivo Dorila. El 2 de Julio la Comisión directiva del Club Sportivo Dorila organiza una cena y baile en conmemoración del 75° de la Sede, fue muy grato acontecimiento donde se entregaron presentes a ex deportistas (futbolistas, ciclistas, atletas, etc.) y dirigentes. Por Marzo del 2006 se vuelven a recordar viejos tiempos en la sede, se realizó una función de cine, donde acudieron chicos y grandes.

 

Veintinueve jugadores componían los planteles de primera y reserva de Sportivo Dorila y si bien es cierto que hubo una base estable el resto alternó en reserva y a veces en primera. Alberto Guaraglia, Luis Arriagada, Raúl Haedo, Raúl Labarriel, Juan Alfonso, Julio Garialdi, Jorge Molinari, Raúl Santos, Roberto Mendoza, Oscar Haedo, Tomás Quiroga conformaron el equipo base. También alternaron José Luís Burke, Manuel Rubio, Eduardo Mole, Julio Soria, Gabriel Quiroga y Alberto Nolt. El resto podría decirse que conformó el plantel de reserva y son: Abel Mansilla, Rubens Horacio Fernández, Alfredo Benvenuto, Miguel Mansilla, Juan Carlos Mansilla, Ramón Quiroga, Domingo Quiroga, Néstor Bajo y Norberto Bajo, Daniel Vigna, Alberto Sánchez y Jorge Mansilla.

BIBLIOTECA

Biblioteca «José Elías Rosales» tiene logo identificatorio
La Biblioteca Popular «José Elías Rosales” organizó un Concurso de Isologotipo, como parte de un proyecto subsidiado por Conabip (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares).
El mismo estaba destinado a adolescentes y jóvenes de la localidad, logrando una participación de 13 trabajos, entre los cuales un jurado integrado por personas relacionadas con la cultura y el arte, eligieron a los tres mejores trabajos.
El primer premio fue para el isologotipo realizado por Mariano Benvenuto, con el seudónimo «Mar», el segundo premio fue el realizado por Lucas Sánchez, con el seudónimo «Talampaya» y mención especial para Mauro Yman, con el seudónimo «Vera».
La Biblioteca agradece a todos los participantes, los que recibirán un presente por su participación; además resalta la colaboración de la Municipalidad de Dorila, que aportó dinero en efectivo para los premios a los ganadores; además de los premios estipulados con el subsidio de Conabip.
El flamante isologotipo será utilizado en todas las comunicaciones institucionales y fue presentado en la peña bailable que realizó la biblioteca el día 16 de noviembre en el Polideportivo Municipal de Dorila.

“La Memoria de mi pueblo”
La Biblioteca Popular “José Elías Rosales”, de la localidad de Dorila está implementando un proyecto para reconstruir la memoria local, a través de las voces, de los relatos, vivencias y anécdotas de los adultos mayores de la localidad.
Este nuevo proyecto (que está subvencionado por CONABIP), que se denomina “La Memoria de mi pueblo”. Historias locales de Dorila contada por adultos mayores; está enfocado en los pobladores más antiguos, aquellos que han sido testigos o han tenido conocimiento a través de sus padres o abuelos; del nacimiento y de los primeros años de esta localidad.
A través de ellos, el objetivo es que además de reconstruir la historia, las nuevas generaciones, representadas por un grupo de jóvenes, puedan escuchar, conocer y reconocer el duro camino que han debido transitar estos mayores y otros que ya no residen en ella; hasta llegar a esta realidad: un pueblo que al arribar a sus 110 años de vida, ha podido transitar las distintas vicisitudes y contingencias y llega a este nuevo aniversario con esperanzas de seguir cobijando a sus pobladores nativos, y a otros que se siguen instalando, buscando la paz de un pueblo tranquilo y en crecimiento.
Es así que, el pasado sábado 21 de abril se comenzó con una serie de encuentros entre los adultos mayores y los jóvenes, en el local de la biblioteca, en el que los abuelos desgranaron sus recuerdos sobre su vida en el Dorila de antaño, el transcurrir del tiempo, hasta llegar al presente.
Los jóvenes, junto al personal de la biblioteca se proponen transcribir las entrevistas realizadas en estos encuentros y otras que realizarán en los domicilios de algunos pobladores que por razones de salud no pueden asistir, a fin de recopilarlas y realizar con ellas una revista.
Se prevé, para coronar el proyecto, un evento para toda la población de Dorila, en el cual se realizará una exposición de los resultados; la presentación de un video, fotografías digitalizadas; objetos que serán aportados por los pobladores y por el Museo Histórico de Dorila.
Desde la biblioteca agradecen la participación de los pobladores más antiguos de Dorila y la desinteresada colaboración del grupo de adolescentes y jóvenes que integran la Agencia Juvenil Dorila y otros jóvenes, que participan activamente en la realización de esta actividad.
Relato: Pierina Emilia Giacobbe
¿Nació en Dorila?, ¿qué recuerda de su infancia en el pueblo?
Nací en Dorila, el 7 de junio de 1925, en la quinta que era de Menza. Mi nacimiento fue ahí, en el parto atendió a mi mamá una tía, que viene a ser la abuela de Juan Carlos Moreno, Doña Paulina Giacobbe de Moreno. Dicen que el 7 de julio, el día que nací cayó una nevada muy grande, estaba morada de frío, y me ponían algodón para calentarme. Éramos 9 hermanos: 3 varones y 6 mujeres. Tito, Luis y Cholo; y Pocha (María Dorys), Elda, Marta, Rosa, yo, y una hermana que falleció muy chiquita.
Me acuerdo de la caída de la ceniza, que fue el 11 de abril de 1932; yo tenía 7 años. Estuvo muy oscuro, parecía que no amanecía, parecía de noche siempre. Estábamos perdidos con el reloj, lo mirábamos y no sabíamos si era de día o de noche Comenzó a caer de madrugada, pero después perdimos la noción del tiempo. Comíamos, tomábamos la leche cuando sentíamos hambre, sin saber qué hora era.
En ese momento no teníamos radio, para enterarnos lo que pasaba. Algunos podían comprarlas, pero era difícil conseguirlas.
‘Los ricachones’ tenían autos, sólo unos pocos. Mi papá tenía uno, y llevaba a la gente a Pico, algunos le pagaban algo, pero a otros ni le cobraba.
¿Cuáles fueron las principales fuentes de trabajo en el pueblo, según lo que recuerde?, ¿qué oficios había?, ¿les alcanzaba el sueldo?, ¿qué podían comprar?
Casi todos los hombres trabajaban en el campo. Los sueldos no eran muy altos; pero igual la gente se arreglaba, les alcanzaba para vivir. Mi mamá iba a la tienda y compraba bastantes metros de tela; porque la ropa se hacía en casa. Se trabajaba más que ahora.

El ferrocarril, ha sido importante para la fundación del pueblo, ¿recuerda las familias que han trabajado en el mismo?
Los trenes de carga traían y llevaban toda la carga. Trasladaban la cosecha, que venía de los campos en bolsas. Trabajaba mucha gente en esto. Y el tren de pasajeros, que iba hasta Buenos Aires, estaba muy equipado, con comedor, muy cómodo era. Cuando llevaba algún enfermo, alguien que tenía que operarse en Buenos Aires, preparaban el tren, con enfermera, médico, cama, todo. El tren también traía la correspondencia, íbamos a la Estación a buscar la correspondencia.

¿Qué recuerda de la Escuela N° 49, direcciones, docentes, actos?, ¿cómo llegaban a la escuela?, ¿cómo eran los maestros?
Recuerdo que en el colegio hice hasta quinto grado, porque me peleé con la maestra. Una maestra de Labores. Yo bordaba hermoso y la maestra se quedó con un juego de sábanas que yo había bordado; porque le gustó; y entonces me enojé por eso y… no la perdoné.
Dejé el colegio. Mis padres estaban muy enojados, porque querían que siguiera yendo a la escuela. Me faltaba sexto nada más.
Me acuerdo de los maestros Lucero, era un matrimonio; que vivieron acá en Dorila; y el Director era Funes. Otra maestra que recuerdo es Odilia Berasain, que vivía en Dorila y daba primer grado. Yo fui al segundo edificio que tuvo la escuela.
Si hacíamos alguna cosa que no correspondía, nos mandaban a la dirección, y ahí nos retaba el director. Yo nunca estuve en penitencia; pero un día estaba jugando con otras chicas en el recreo, y no escuché la campana, y seguí jugando…y ahí me pescó el director y me dio penitencia. Y estaba en penitencia en el jardín y todos los chicos se reían y aplaudían…no me olvido más. Estuve parada hasta que se salieron todos, recuerdo que estaba en tercer grado.
Mis compañeros eran los chicos de Ramos, Sánchez, Vicente, Arturo Vener. Había una maestra de Manualidades, enseñaba a tejer, a bordar, a coser a máquina. Había una máquina de coser y nos sabíamos pelear porque todas querían coser.
Los varones tenían carpintería y hacían quinta. En los recreos los varones jugaban en su patio y nosotras en otro patio. Jugábamos sobre todo a la rayuela, y a veces al prisionero: era un juego donde nos pasábamos una pelota, y cuando se caía era un punto menos. Al gancho también se jugaba.

¿Usted sabe cuales fueron las primeras familias en habitar la localidad de Dorila?
Recuerdo a la familia Irazusta, que estaba cuando cayó la ceniza; los González, los padres de Feliciana González; los Álvarez, que vivían en un ‘montecito’, a la entrada del pueblo.

¿Recuerda alguna anécdota o algún personaje del pueblo?
Recuerdo algo que me pasó en un baile en el Club. Me cabeceó para bailar un chico y salí como para bailar. Pero otro chico, que yo no había visto que también me había hecho seña para bailar se enojó conmigo y me dio una buena bofetada… y se enojó para siempre y ya no me invitó más a bailar. Era de apellido Vicente.

¿Cómo eran las viviendas?, ¿era más fácil hacer su propia casa que ahora?, ¿qué comodidades tenían (electricidad, calefacción)?
Era fácil construir las viviendas, porque las hacían cada familia, con barro, y piso de tierra. Más adelante se comenzaron a hacer de ladrillo. Eran grandes, porque los hijos se casaban, y se construía otra habitación y se quedaban a vivir con los padres. Convivían todos juntos, primos, cuñadas, hermanos, padres, abuelos.
Se alumbraba con lámparas a kerosene, con velas, o más adelante con faroles a kerosene, que se compraba en el almacén. Ya cuando vivíamos en la casa que mi padre le compró a Moreno, de noche había luz eléctrica, cuando estaba la usina.
Se calentaba la casa con el brasero con carbón y con la cocina a leña.

¿Qué diferencias encuentra en cómo se educaba los hijos antes y ahora?, ¿qué cantidad de hijos tenían las familias?, ¿roles del marido, mujer, hijos, abuelos?, cuente cómo era un día cotidiano.
Hay mucha diferencia en la educación de los hijos. Ahora los chicos saben más que la gente grande; parece que saben más que los maestros…Antes había mucho respeto. Y cuando hacías algo que no correspondía estaba la penitencia. Una vez me pusieron en penitencia porque saqué unas masitas de un aparador. Yo decía: ¿Ya está?… No terminaba nunca la penitencia. Y cuando terminaba me mandaban a barrer o hacer algo.
Para comer había que lavarse las manos antes; sentarse bien, cada uno tenía su lugar en la mesa. Los padres uno en cada cabecera de la mesa. Y los chicos tenían que comer en silencio y esperar que les sirvieran la comida. Y a la noche había un horario para ir a acostarse; todos a la misma hora, a los 10 o 10 y media de la noche.
La tarea de la escuela se hacía a la mañana; después de tomar el café con leche. El padre daba la orden de lo que tenía que hacer cada uno. Barrer los galpones, barrer el patio, atender a las gallinas, otros a la quinta. En todas las casas tenían quinta. Al mediodía tocaban una campana, a las 12 para llamarnos a comer. Todos se lavaban las manos, ya estaba puesta la mesa y se sentaban a esperar que les sirvieran. Después las mujeres ayudábamos en la limpieza.
En el colegio se enseñaba mucha lectura. Mi papá siempre decía: aprender a leer bien que después van a venir los diarios y van a querer leerlos; por eso se practicaba mucha lectura en la casa. En invierno íbamos a la escuela a la tarde.. A la tarde te daban un rato para jugar a la pelota a los varones; y las mujeres jugábamos a la muñeca o a la casita. A veces, pocas, íbamos a la casa de algún vecino. A nuestros padres no les gustaba que fuéramos mucho, para no molestar. Ellos eran muy caseros, salían poco.
Cuando se casaban, vivían en la casa de los padres; se hacía lugar en la casa. Se hacía una gran familia. Las nueras tenían que trabajar, y andar bien con la suegra. A veces se peleaban con las cuñadas; costaba más llevarse bien con las cuñadas que con la suegra. Ahora se casan y se van.
La fiesta de Navidad era muy linda. Se iba a misa y después se celebraba toda la familia junta. Venían los vecinos y se pasaba música con la victrola, o con el fonógrafo; que era a cuerda, con discos. Lo que más se bailaba era el tango; pero también el pasodoble, la ranchera con relaciones, el vals.

¿De dónde se sacaba el agua?, ¿cuándo hubo agua potable?
El agua para todo uso se sacaba con una bomba, con una manija. Era muy linda el agua de Dorila; en el campo donde vivimos después, que compró mi papa a Santiago Martelono, era salada. Llevábamos agua del pueblo para tomar.

¿A quién recurrían cuando se enfermaban?, ¿cómo se curaban?
Se curaban en la casa, con remedios caseros. Un dolor de garganta se curaba con miel con algo más…; se hacían té de cedrón, poleo, manzanilla, todas plantas medicinales que se cultivaban en la quinta. Cuando era muy grave la enfermedad, iban a Pico.
A los 7 años más o menos tuve sarampión; me ponían talco, para calmar la picazón, que era insoportable. También casi todos tuvimos paperas. La abuela de Moreno, la tía Paulina era la que curaba, iba a la casa de todos los enfermos.

Medios de comunicación: cartas, radio, televisión, telegramas.
Se escribían muchas cartas, y para las fiestas se mandaban tarjetas. Cuando llegó la radio fue todo una novedad; nos reuníamos todos para escuchar radio. Recuerdo que escuchábamos a unos cómicos; y novelas. Radioteatros se llamaban. Había uno que la protagonista se llamaba «Yaya» y a María del Carmen Moreno le pusieron «Yaya» de sobrenombre, por esa novela.

Diversiones de los jóvenes. ¿cada cuánto salían? ¿a qué edad? ¿adónde? ¿con quién?
Los jóvenes iban al baile o a los cumpleaños de 15. Para los cumpleaños se hacía el chocolate. Yo empecé a ir a los bailes a los 20 años. Otras chicas empezaban antes, yo era vergonzosa, por eso no empecé antes a bailar. Íbamos con alguna madre, varias chicas. Se hacían bailes para las fiestas patrias: 25 de Mayo, o 9 de Julio, no había tantos feriados como ahora.
En un tiempo hubo dos clubes en Dorila. Estaba el Club «Los Indios» y el Club Sportivo Dorila. Recuerdo que una vez fui a un baile en el primer club. Pero siempre iba al Sportivo Dorila. Además entre los dos clubes había mucha rivalidad. Si ibas a uno, no podías ir al otro.

¿Qué acontecimiento recuerda importante en la historia del pueblo?, costumbres populares, festividades, tradiciones.
Una fiesta importante eran las Fiestas Patronales, que se celebraba el 13 de Octubre. Se sacaba la Virgen afuera, se hacía una procesión. Se hacían juegos; se jugaba al fútbol, sortijas, carreras a caballo. Iba todo el pueblo.

¿Cómo era vivir en Dorila años anteriores? ¿y actualmente?
Han cambiado mucho las costumbres; antes era más familiar. Por ejemplo se daba cine en el club, iba mucha gente. El pueblo no estaba tan iluminado como ahora, sólo había luces en las esquinas. Y la electricidad estaba hasta las 12 de la noche solamente; así que a esa hora no quedaba nadie en las calles. Pero había 3 policías que recorrían las calles toda la noche, caminando.

 

Relato: Remigio Bravo

¿Nació en Dorila?, ¿qué recuerda de su infancia en el pueblo?
Soy nacido en Dorila, el 10 de mayo de 1929. Cuando nací vivíamos en una casita de barro. Teníamos de vecinos a Guillermo Vicente y doña Cecilia Vicente; Antonio Beretich, Francisco Fernández, Bernabé Suárez, Agustín Almada. Se hacían cada fiestitas! Se compraba un lechón, valía 5 pesos, estoy hablando de hace 74 o 75 años… Todos los vecinos nos juntábamos a comer y a bailar con una vitrola vieja. Doña Cecilia era campeona para bailar, bailaba con la castañuelas, zambas, cualquier cosa bailaba. Doña Cecilia era mi madrina y don Guillermo mi padrino. Otros vecinos eran don Martín Rubio, doña Victorina Rubio, mi finada abuela María Dominich, que era la madre de mi finada mamá.

¿Cuáles fueron las principales fuentes de trabajo en el pueblo?, ¿les alcanzaba el sueldo?, ¿qué podían comprar?
Hace 74 o 75 años estaban los galpones del ferrocarril, se trabajaba en las bolsas. La cuadrilla eran 7; 8 con el capataz. Las bolsas venían de la cosecha de la zona de Dorila, en chatas playas, chatas de cajón o en camiones. Los bolseros eran Bernabé Suárez, Agustín Almada, Colo Calandra, mi padre Remigio Bravo, Luján Barrientos…Otro trabajo, era de mensual de campo. La mayoría trabajaba en el campo.
Mi papá trabajó un tiempo en la Comisión de Fomento, cuando era Presidente Ángel Vidales; regando el bulevar de eucaliptos que se había puesto. También trabajaba Francisco Fernández, Luján Barrientos, Agustín Almada; y varios más para poner plantas… papá regaba en un carrito con tres mulas que tenía, y yo lo ayudaba, se limpiaban veredas con la pala ancha y rastrillo.
Ganaban 40 pesos por mes, cuando entró Perón aumentaron cinco pesos más; cuarenta y cinco pesos por mes ganaba mi papá en ese tiempo… Y era plata… el kilo de carne valía treinta y cinco o cuarenta centavos, el kilo de galleta o pan, veinte centavos, el fideo, el arroz y todas esas cosas veinte centavos, el kilo de sal cinco centavos.

El ferrocarril, ha sido importante para la fundación del pueblo: ¿recuerda las familias que han trabajado en el mismo?
Fue muy importante. Recuerdo que desde chicos nos encantaba ir a ver llegar los carros, las chatas de cajón, cargados de bolsas para descargar en los galpones. Mirábamos cómo trabajaban los bolseros. Venían los vagones cargados de leña, de bolsas de carbón, cal, portland, bordalesas de vino, mercaderías.Sabía venir el especial, de 41 jaulas. Cargaban y descargaban novillos, corderos, desde Estancia Santa Catalina, La Barrancosa, de Andrés Herrero, Domingo Benito.

¿Usted sabe cuáles fueron las primeras familias en habitar la localidad?
Me acuerdo del intendente Segundo Caldo, del jefe del Registro Civil Leoncio Díaz. La Comisaría estaba donde vive Evarista Fernández, había dos policías. Después me acuerdo de Miguel Buztriazo, que era el comisario cuando la Comisaría estaba donde ahora está el correo. El pueblo estaba más desparramado, había descampados.
Estaba Bernarda Menéndez, repartía leche en sulky y tenía dos hermanos, Manuel y José Menéndez. José Souto también vendía leche, tenía una mochila hecha con bolsas, la ponía al hombro y ponía las botellas para repartir leche. También estaban los Laborde. Luis Laborde, Dominga, Isabel y Fortunato Laborde, yo iba a buscar la leche, un ranchito era; a 10 centavos el litro; con una heladas tremendas! Él ordeñaba y me daba el tarro para que tomara. Cómo se acomodaba el cuerpito!. Hambre que había y frío!…
Después cuando yo tenía 11 años más o menos estaba un tal Maximino Urra, un vasco, y la hija se llamaba Ramona. Yo estaba para los mandaditos, para hacer las cosas en la casa; encerrar los terneros para el tambo. Me llevaba a la quinta en sulky para cortar alfalfa. Luego trabajé en la estación, cuando venían jaulas, los especiales con 41 jaulas, descargaban novillos o terneros para la Estancia Santa Catalina, venían del Jagüel, Jagüel Grande y Jagüel Chico, de Roberto Sarán.
Había un negocio en el que vendían mercadería y ropa, de Francisco Barón. Otro negocio era el de Cándido Díaz; la panadería de Evaristo Pérez; otra panadería de Rossini, y otra carnicería era la de Ángel Biasusi. Después me acuerdo del almacén de Miguel Salomón, la despensa de Leoncio Díaz; la despensa de Osvaldo Oreja, que tenía despensa y también funcionaba el correo, en la casa que era de Cholo Vicente. La farmacia estaba donde hoy vive Pocha Giacobbe, y de ahí se trasladó adonde hoy es la casa de Micaela González, y después se fue a Agustoni. Me acuerdo que era de un tal Pérez.

¿Recuerda alguna anécdota en el club Sportivo Dorila u otro club? o la plaza del pueblo?
Me acuerdo del club “Los Indios”, que se hacían asados con cueros, el capataz de los asadores era Juan Barón y también ayudaban Agustín Almada, Remigio Bravo que era mi padre, Agustín Ariagno, Lujan Barrientos… eran 7 o 8, venían de la Estancia La Barrancosa, de la Estancia Santa Catalina, El Pavón, todas esas.
Se hacían carreras de embolsados. La señorita Hortensia Freigedo ganó en la aguja, que había que enhebrar. Para mí que ya la traía enhebrada… que va a enhebrar la aguja corriendo! Llevaría la aguja ya escondida. Otro juego consistía en correr a un lechón y agarrarlo de la cola. Tenías que enjabonarte las manos. Bautista Rubio ganó porque se pasó las manos por arena!, y agarró el lechón.

¿Cómo eran las viviendas? era más fácil hacer su propia casa que ahora? ¿qué comodidades tenían (electricidad, calefacción)?
Los más pobres hacíamos la casa con barro y pasto puna, en forma de chorizo. Se hacía con las manos, y cuando ya estaba la pared se revocaba con la cuchara, y se blanqueaba con cal. Con techo de chapa y piso de tierra. Se alumbraba con candiles hechos con una mecha de trapo o hilo, dentro de una bombilla. Se ponía dentro de una botella con kerosene y ya estaba listo.
Se usaban braseros, o fogones hechos con barro, y le poníamos bosta de vaca, porque no había mucha leña.

¿Qué diferencias encuentra en cómo se educaba los hijos antes y ahora? ¿qué cantidad de hijos tenían las familias?
Nosotros éramos 14. Dijo Anastasio Gorrachategui en el Juzgado: – ¿Cuántos son de familia?. Y mi papá le dice: «16, y 15 vivos». -¿Y uno muerto? – «No, el tonto soy yo que tengo que mantener a los otros…»Y… entre nosotros y los de Anastasio Gorrachategui llenábamos un grado… Éramos 14 nosotros; 7 hermanos y 7 hermanas. Hay 5 varones y una hermana muertos.
Mi padre hacía de todo trabajo…en el campo. Juntaba maíz, esquilaba a tijera, alambraba…de todo trabajo, lo que salía…por día, por mes.Y mamá ama de casa, con semejante montón de hijos que tenía…Yo tenía 14 años, y ya cuidaba chanchos en un matadero, de Manuel Martín y Tito Ares, que eran socios.

¿De dónde se sacaba el agua?
En mi casa teníamos una bomba sapo Nº 6. En muy pocas casas tenían aljibe, uno en la casa de Cándido Díaz, otro en el boliche de Matta; también en la estación de ferrocarril; estaba el aljibe y también el molino, que después lo taparon con material.

¿A quién recurrían cuando se enfermaban?, ¿cómo se curaban?
La partera del pueblo era doña Paulina de Moreno. Muy servicial, a cualquier hora del día o la noche la iban a buscar y ella iba. Doña Cecilia Vicente curaba el empacho de palabra. Su marido, Pepe José Souto también curaba el empacho, te ponía en la espalda un poquito de ceniza y te tiraba el ‘cuerito’, desde la cintura hasta arriba. Se usaban remedios caseros, el té de manzanilla; untura blanca en el pecho y espalda para los catarros, o aceite caliente en el pecho.

Medios de comunicación: cartas, radio, televisión, telegramas…
Se escribían por carta.. Me acuerdo que cuando trabajaba en la estancia Las Marías, en Agustoni; un día fui al Correo, porque le mandaba plata a mi mamá. Y llegó un “miliquito”, que era amigo mío; Juan se llamaba, no recuerdo el apellido. Y me pregunta: ¿Le estás por mandar plata a tu mamá?. Sí… ¿Cuánto le vas a mandar?. Tanto… Y me dice: Si tenés plata, mandale más, porque la mamá es sagrada…y bueno, le mandé.
Al principio no teníamos radio; teníamos una vitrola. Nos juntábamos 5 o 6 familias, se hacía un lechón asado y bailábamos en el patio. Se hacían unos bailes bárbaros… Téngame el chico, comadre, nomás se sentía!

Diversiones de los jóvenes. ¿cada cuánto salían?, ¿a qué edad?, ¿adónde?, ¿con quién?
Los varones esperábamos llegar a los 18 para salir a los bailes. Las chicas iban con los hermanos mayores o con los padres. Uno se dirigía a la madre o al padre y se le pedía la mano para bailar con su hija.Otras diversiones eran visitarse entre familias; y los varones, jugar al fútbol. Algunos de los jugadores eran Antonio Beretich, Tito Sosa, Osvaldo Oreja, Ramiro Benito (arquero), Archeste y José Oriani, los Vicente, Bautista Rubio (padre de Manuel y Raúl).

¿Qué acontecimiento recuerda importante en la historia del pueblo? costumbres populares, festividades, tradiciones.
Me acuerdo de los carnavales, sacábamos agua con las bombas, y con baldes tirábamos agua a los que pasaban, y jugábamos con los amigos empapándonos con agua. Nos divertíamos mucho.

¿Cómo era vivir en Dorila años anteriores?
Antes había más respeto. Una vez un hombre le pegó a un chico, y éste se lo dijo al padre. El padre le preguntó al hombre por qué le había pegado a su hijo; y al decirle que lo había insultado; le dijo: Está bien hecho. Otra vez que pase eso péguele otra vez, para que aprenda a respetar a la gente. Ahora no es así, todo ha cambiado mucho.

Relato: Florentina Bravo

¿Nació en Dorila?, ¿qué recuerda de su infancia en el pueblo?
Nací en Dorila, el 7 de noviembre de 1932; pero me anotaron el 7 de agosto de 1933; así que ya tengo 84 años. Somos 14 hermanos, 7 mujeres y 7 varones.
Mi mamá era ama de casa, cuidaba los chicos…éramos un montón. Y mi papá trabajaba en el campo; después supo ir al monte, a hachar caldenes para hacer leña. Andaba en esas chatas playas tiradas por caballos; cortaba la leña, después traía las ‘carradas’ para Dorila.
Jugábamos a la rayuela, a la payana, a la escondida, con la piola y también ayudábamos a mamá a hacer quinta; porque siempre tenía huerta en la casa; entonces le ayudábamos a bombear el agua, en una bomba con manija.
A la escuela, fui hasta 2º grado. Empecé 3º; pero no terminé; porque había que ayudar a cuidar a los hermanitos; siempre había un chico nuevo. Y después, cuando tendría 12 años, empecé a salir a trabajar, a cuidar chicos y también limpiar las casas de los patrones.
¿Cuáles fueron las principales fuentes de trabajo en el pueblo, según lo que recuerde?, ¿les alcanzaba el sueldo?, ¿qué podían comprar?
Antes la mayoría trabajaba en el campo, en las estancias; de alambradores, o cortaban leña, hacían rollizos, esquilaban ovejas a tijera. Después más adelante aparecieron las máquinas esquiladoras; se esquilaba mucho. También se juntaba maíz, con bolsas, que se llenaban a mano.

El ferrocarril, ha sido importante para la fundación del pueblo, ¿recuerda las familias que han trabajado en el mismo?
En los galpones del ferrocarril trabajaba mi hermano Miguel Bravo también, Remigio, llevando las bolsas. Ya más adelante, mi hijo Domingo también trabajó con las bolsas; con el camión de Angelito Vidales. Cargaban las bolsas que traía el tren y las descargaban en los galpones.

¿Qué recuerda de la Escuela 49, direcciones, docentes, actos? cómo eran los maestros?
Fui a la escuela que estaba acá en la esquina -el segundo local que tuvo la Escuela Nº 49-. Me acuerdo que estaba el Director Bartolomé Funes y su señora María Elena; también recuerdo que Rosita La Gioiosa fue mi maestra. Y otro maestro que recuerdo fue Lucero.
Las chicas hacíamos jardín en el patio de la escuela; y los varones hacían huerta en otro terreno que había al lado, en otro patio. Las mujeres jugábamos en un patio y los varones en el otro.
A algunos chicos les pasaba como a mí, que no pude seguir yendo a la escuela; pero yo aprendí a leer mejor después, sola. Me gusta mucho leer, leo el diario todos los días.
Tuve una hermana -María Aurelia- que trabajaba en la casa del director Funes y también hacía de portera, aunque no estaba nombrada.

¿Usted sabe cuales fueron las primeras familias en habitar la localidad de Dorila?
Mi abuelo Basilio Mayor vino a Dorila en 1909; junto con mi abuela María Dominich. Otras familias que recuerdo son Beretich, Felicivich, mis tíos de apellido Mayor. Mis primos eran Rosa, Julio, Horacio, Basilio, Juan Mayor; eran unos cuantos. Más adelante vinieron las familias Rubio, Vicente, que vivían enfrente de mi casa.
Me acuerdo que la hija de Cándido Díaz enseñaba catecismo, y mi mamá nos hizo tomar la primera comunión a todos. Los Casola tenían un bar, donde después fue la casa de «Tufulín» Vigna.

¿Recuerda alguna anécdota en el club Sportivo Dorila u otro club?, ¿o la plaza del pueblo?, ¿o algún personaje del pueblo?
Me acuerdo de un personaje de Dorila, «Pino». Era buenísimo y muy respetuoso, tanto con los grandes como con los chicos; José Gribodo se llamaba. Creo que era del campo. Mi mamá le lavaba la ropa.
Me acuerdo que me decía: Flora, «¿No sabés de quién es el cumpleaños hoy?». No sé, Pino, ¿De quién es el cumpleaños?, «Mío».
Todos los días era el cumpleaños de él….Cuando tenía o podía le daba pan con manteca. Y él decía: «Está linda la matega». Decía mantega, no manteca. Él tiraba las bombas los días patrios. Y Cándido Díaz, que tenía un almacén donde hoy vive Norberto González, lo mandaba a llevar mercadería a los domicilios.

¿Cómo eran las viviendas? era más fácil hacer su propia casa que ahora? ¿qué comodidades tenían (electricidad, calefacción)?
La casa donde yo nací y me crié era de barro, tenía una parte de adobe, que se hacía con barro; como el ladrillo, pero sin cocinar.
Para hacer una casa se ponía unos palos, unos alambres y se cortaba pasto puna de la vía; y con barro se hacían unos chorizos y se cruzaban entre los alambres. Ésas eran las paredes, que después se revocaban con barro y se pintaban con cal; tenían techo de chapa, sin cielorraso, y pisos de tierra.
No había luz eléctrica, no había heladeras. Se alumbraba con las lámparas a kerosene. Primero se hacían con unas botellitas, con una bombilla y con una tira de camiseta se hacía la mecha; o también con una latita, se ponía grasa con una mecha y se alumbraba con eso.
Siempre había cocinas a leña, o se hacía un fogón, con barro o ladrillo y arriba se le ponía una plancha de fundición. Servía para cocinar y para calentarse. Mi mamá se encargaba de arreglar la casa, porque papá siempre trabajaba. Todos los años le pelaba el revoque a las paredes, las volvía a revocar y las pintaba con cal; para desinfectarla.
Cuando me casé viví en una casa de ladrillo, pero asentada con barro, tenía pisos de mosaico.
La primera radio que tuve, hará unos 60 años, era a pilas. No tuve radio a batería. También cuando estaba en la otra casa vieja compré un televisor blanco y negro, usado; un lavarropas también usado. Comprabas lo que podías; no como ahora que todos tenemos máquinas de lavar, freezer, hay muchas comodidades. Y esta casa de barrio, en la que vivo desde 1984 es la que más comodidades tiene, con todos los servicios.

¿Qué diferencias encuentra en cómo se educaba los hijos antes y ahora?, ¿qué cantidad de hijos tenían las familias?…roles del marido, mujer, hijos, abuelos.
Encuentro muchas diferencias, porque antes ya éramos grandes y tratábamos de usted a nuestros padres. Ahora hay mucha confianza entre padres e hijos.
Cuando venía gente de visita, los chicos no hablaban, y a veces los mandaban a jugar afuera, para que no escucharan las conversaciones. Hoy en día es diferente, es como que los chicos mandan a los padres, éstos hacen lo que ellos quieren. Fue cambiando la confianza que los padres les fueron dando a los hijos.
Las familias en general eran muy numerosas. Nosotros somos catorce hermanos, y otros vecinos también tenían muchos hijos; aunque otras familias tenían pocos.

¿De dónde sacaban el agua?, ¿cuándo hubo agua potable?
Se sacaba de los aljibes, que eran unos pozos, donde se ponía un balde con una cadena, se bajaba y se sacaba el balde lleno de agua. También había bombas con manija. Le dabas a la manija y sacabas agua. En Dorila siempre hubo agua buena. Creo que en los años 70 llegó el agua potable. Yo vivo en esta casa desde 1983 y tenía toda la instalación de agua potable.

¿A quién recurrían cuando se enfermaban?, ¿cómo se curaban?
Recuerdo que cuando yo era chica había mucho sarampión, que se curaba haciendo cama.
Hubo una farmacia en el pueblo. A un tío mío, hermano de mi mamá, el farmacéutico le dio un remedio que le hizo despedir una lombriz solitaria.
Cuando te enfermabas, «Tufulín» Vigna era el que te llevaba al hospital de Pico, en una Ford T; o a veces, el policía.
Cuando nacíamos, había una viejita que hacía de partera, se llamaba Ninfa Polvarán. Es la más antigua que conocí. Atendió a mi mamá cuando yo nací. Y la abuela Vicente se cruzaba, como vecina, a ayudar a calentar agua para el parto y dar una mano.
Unos años después la partera fue Paulina Giacobbe de Moreno. A algunos de mis hermanos menores los atendió ella. Y también a mí, de una hija que nació en el año 1956. Ella siempre estaba preparada cuando iba a nacer un niño.
Después, con los años, ya tenías que ir a Pico, porque necesitabas certificado médico para anotar al chico.
Y durante la intendencia de María Esther Allasia de Bongianino se fundó la Posta Sanitaria, que estaba donde hoy está el correo también y se compró una ambulancia, que era un Ami 8. Ahí ya teníamos quien nos atendiera y nos diera algún remedio.

Medios de comunicación: cartas, radio, televisión, telegramas.
En la estación de ferrocarril se usaba el telégrafo. Y para la comunicación familiar y comercial se usaba la carta. Para casos de urgencias, de acontecimientos se usaba el telegrama, que se despachaba en la estafeta postal.
La radio a batería fue la primera que se usó, pero eran pocos las que podían comprarla. Después llegaron las radios a pilas.

Diversiones de los jóvenes. ¿cada cuánto salían?, ¿a qué edad?, ¿adónde?, ¿con quién?
La diversión de los jóvenes eran los bailes que se hacían en el Club Sportivo Dorila; ahí se bailaba todos con todos, no se elegía pareja. Únicamente si eran novios. Eran muy lindos los bailes, todos eran muy respetuosos. Al principio íbamos con nuestros padres, o si no con los hermanos mayores.
En las casas también se hacían bailes; en mi casa se ponía una vitrola y se escuchaba y bailaba tangos, milongas, pasodobles, rancheras, foxtrot. La vitrola era con manija, a cuerda.
Para algún cumpleaños de mis padres o para algún bautismo, se asaba un lechón o cordero, se amasaban pasteles, y venían también gente del campo: las familias Soria, Rosales, Cisterna, Vicente, Ciriaca Cervio.

¿Cómo era vivir en Dorila años anteriores? ¿y actualmente?; servicios (agua, luz, recoleccion de basura, regador)
La luz eléctrica llegó a Dorila cuando yo tendría 9 o 10 años, me parece. En la usina estaba el abuelo de Juan Carlos y Yaya Moreno, el esposo de Doña Paulina, la partera.
Después sabía ir un hermano de mi mamá, Julio Mayor. Más adelante, estuvo encargado Federico González.

¿Han mencionado alguna vez a las familias Parera, Graciarena y Brunengo? ¿qué sabe de ellos?
De la familia Parera, sé que eran los dueños de los terrenos donde se iba a hacer el pueblo de Dorila, de la Estación de Ferrocarril para allá. Gado Capaglia fue el que vendió los terrenos a mis abuelos, mediante un remate. Son las manzanas que tienen los Vicente. La manzana en donde nacimos nosotros, está donde tiene la quinta Raúl Santos.

Relato: María Doris Giacobbe

¿Qué recuerda de su infancia en el pueblo?
Nací en Dorila, en la quinta que pertenecía a Menza, el 20 de agosto de 1933. La partera fue mi tía Paulina. En ese lugar estuve hasta los 5 años, y después nos fuimos al campo que era de Santiago Martellono, el cual lo alquiló mi papá.
Mi infancia fue linda. Antes jugábamos con cualquier cosa, se entretenían más que los chicos de ahora. No había juguetes, no teníamos muñecas. Recién cuando era más grandecita tuve una muñeca de tela que me hizo una prima, era una hermosura. Jugábamos siempre con mis hermanos, con huesos, con cualquier cosa. Somos 8 hermanos, y hay 5 vivos.
Antes no era tan triste la vida, porque todos éramos iguales, no había eso de que aquel era más rico o más pobre. Éramos todos iguales, y nos vestíamos todos parecidos. Yo a los 12 años aprendí a coser y le hacía la ropa a toda la familia.
¿Cuáles fueron las principales fuentes de trabajo en el pueblo?, ¿les alcanzaba el sueldo?, ¿qué podían comprar?
La gente trabajaba la mayoría en el campo. Cuando los hijos salían de la escuela, ya los mandaban a trabajar; aunque sea por la comida. En el campo siempre había trabajo; o si no acá en el pueblo trabajaban en los galpones del ferrocarril, porque se trabajaba con las bolsas, y se necesitaban muchos trabajadores; algo que ahora ha cambiado, porque el trabajo lo hacen las máquinas.
Una cosa buena que pasaba, es que como vivíamos en el campo, a fin de año se vendían los corderos y la lana; entonces se pagaba el almacén. En el almacén se compraba de todo, hasta ropa y zapatillas. Pero no se compraba muy seguido, a veces se andaba con las zapatillas rotas. Todo el año se sacaba fiado, el almacenero te anotaba los gastos en una libreta y se pagaba a fin de año. La comida nunca faltaba, porque al tener quinta teníamos todo el año: ajo, cebolla, arvejas, habas, papas, tomates, lechuga…. Se criaban pollos y corderos. Se usaba la carne, los huevos, se ordeñaban las vacas y se usaba la leche para tomar, para hacer dulce de leche y manteca. Esas cosas nunca faltaban.

El ferrocarril ha sido importante para la fundación del pueblo, ¿recuerda las familias que han trabajado en el mismo?
El ferrocarril fue muy necesario, porque había tren de pasajeros; podías ir y venir de Santa Rosa en el día; el tren pasaba todos los días. El tren de carga llevaba los animales, porque no había camiones. Se traían de otros lados y se bajaban en los corrales, en el embarcadero.

¿Qué recuerda de la Escuela 49, direcciones, docentes, actos?, ¿cómo llegaban a las escuela?, ¿cómo eran los maestros?, ¿todos iban a la escuela?
Yo fui hasta 4º grado acá en Dorila. De lo que más me acuerdo es del Director Funes, al que le teníamos miedo, un respeto tremendo. Una vez se habían plantado pensamientos y una noche los arrancaron; entonces el director puso a los alumnos en fila, para descubrir quién había sido, Y yo temblaba como una hoja, y yo no había hecho nada, pero le tenía miedo. A mi hermano una maestra le pegaba con el puntero; y él empezó a llorar y no quería venir a la escuela porque le pegaba. Recuerdo a los maestros Lucero, eran una pareja.
Había dos patios, uno para las niñas y otro para los niños. También me acuerdo de la quinta que hacíamos en la escuela, de la que cada alumno podía llevar verduras para su casa. Para el «Día del Árbol» cada uno plantaba un árbol en la escuela y tenía que cuidarlo.

¿Usted sabe cuáles fueron las primeras familias en habitar la localidad?
Como vivía en el campo no recuerdo mucho; pero me acuerdo de los Oriani, Ramón Pelayo; Barón (que tenía negocio donde ahora está el Bar y Despensa Don Guillermo, de Josefa Souto); Díaz; Biasusi (que también tenía almacén y carnicería); Manuel Martín, que tenía la carnicería. También que había una farmacia, al lado de donde ahora está el museo.
Esta casa era de Barón, el cual se la vendió a Paulón; que es a quien nosotros le compramos.
De los negocios recuerdo que había un almacén, cuyo dueño era de apellido Chicote, donde está el Museo. Al lado había una farmacia. Donde hoy están las palmeras del parque vivía Ramón Pelayo, que donó los terrenos de la Capilla. La panadería La Central fue de la familia Elorza. Enfrente, en la casa de la señora de Genaro estaba la sodería y la peluquería de la familia Casola. Donde es la casa de Sosa había como una confitería, que vendía golosinas y había un metegol. Enfrente, estaba el taller mecánico de los hermanos Vigna.
Donde era la talabartería de «Cholo» Vicente estuvo la familia Oreja, que tenía verdulería y funcionaba el correo. Al lado había un almacén de la familia Barón, que era el dueño de la cancha de paleta.
Donde está la plaza, vivía la familia Natal y tenía verdulería. Donde está la despensa de Vicente, estaba la fonda de Biasusi. Donde está el Club Sportivo Dorila funcionó una fonda de la familia Giacobbe. Al lado del club estaba la sodería de la familia Vidales. Otro almacén grande perteneció a Miguel Salomón, donde está la antena de Telefónica.
Había muchos comercios, aunque el pueblo no tenía muchos habitantes; pero había muchos chacareros, algunos de familia numerosa, y venían a hacer las compras a Dorila.

¿Recuerda alguna anécdota en el club Sportivo Dorila u otro club?, ¿o la plaza del pueblo?
El club estaba muy bien arreglado. Había bailes los 25 de mayo, los 9 de julio, 20 de junio, 12 de octubre y para fin de año. Algunas veces daban cine, y después se bailaba. Nosotras íbamos más por el baile, que por el cine. Veníamos en sulky, con mi mamá. Se bailaba tangos, pasodobles, rancheras, vals. Pero el gran baile era el del 31 de diciembre. Ese día casi siempre estrenábamos vestidos, y los hombres, trajes. Todos usaban trajes; el que iba sin traje, seguro que nadie salía a bailar con él.
Las fiestas patronales eran muy importantes; todos donaban tortas, y se hacía la misa y procesión; y luego la feria de platos.
En el club, el 25 de mayo y otras fechas, hacían carrera de sortijas, y a la noche, el baile.

¿Cómo eran las viviendas?, ¿era más fácil hacer su propia casa que ahora?, ¿qué comodidades tenían (electricidad, calefacción…)
La mayoría de las casas se hacían de ladrillo, asentadas en barro. El baño estaba afuera; había muy pocas casas que tenían baño instalado.
En mi casa había cocina a leña y se alumbraba con lámparas a kerosene, o con faroles. El kerosene se compraba en lo Paulón, donde tenían un surtidor. Para planchar se usaba la plancha a carbón, que había que zarandearla afuera para que prendiera; después se usaron las planchas a nafta.
Cuando funcionaba la usina, se cortaba la luz a las doce de la noche. Cuando había baile, se le avisaba al encargado, que era Moreno, para que la dejara un poco más.

¿Qué diferencias encuentran en cómo se educaba los hijos antes y ahora?
Antes se les tenía mucho respeto a los padres. A mí nunca me pegaron. Mi papá nunca, mi mamá seguro algún reto, pero nada más. Ahora es muy distinto, los padres tendrían que tener una preparación para educar a los hijos; porque no saben educarlos; les dan todo, no hay respeto. Antes se trataba de usted a los padres; se respetaba al maestro, al policía.

¿De dónde se sacaba el agua?, ¿cuándo hubo agua potable?
Sacábamos el agua con una bomba. En el campo el agua era fea; pero a cien metros había otra perforación con agua buena, entonces traíamos al agua en baldes o en barriles. Cuando me casé, en el campo donde viví, el agua era fea, entonces la teníamos que llevar del pueblo.

¿A quién recurrían cuando se enfermaban?, ¿cómo se curaban?
Las enfermedades más comunes de los chicos eran paperas, sarampión, resfríos y gripes. Se curaban con reposo y remedios caseros, té de eucalipto, vick vaporub, o bayaspirinas. Una vez tuve pulmonía, y me llevaron a General Pico.
Para curar la gripe se usaban las ventosas, que eran como unas tacitas de vidrio, que se ponían en la espalda.

Diversiones de los jóvenes, ¿cada cuánto salían?, ¿a qué edad?, ¿a dónde?, ¿con quién?
A los 14 años ya empecé a salir a los bailes. Tenía unas amigas, las chicas de Fernández, que eran de mi misma edad, y salíamos juntas. Recuerdo que mi mamá me hizo un vestido rosa para mi primer baile. Nos divertíamos mucho, sanamente y bailábamos toda la noche, siempre acompañadas por una o varias mamás.
Los bailes se hacían en las fiestas patrias y para el 31 de diciembre. Se hacían en el Club Sportivo Dorila. Cada uno ya tenía su lugar, en el que se reunía cada grupo de chicas, con las madres.

¿Qué acontecimiento recuerda, importante en la historia del pueblo?, costumbres populares, festividades, tradiciones…
Una costumbre que había cuando yo era chica era la celebración de San Juan, el 24 de junio; y la de San Pedro y San Pablo, el 29 de junio. Esos días y los días anteriores se juntaban yuyos, principalmente cardos, y a la noche cada familia encendía su fogata. Era una competencia para ver quién hacía la fogata más grande.

¿Cómo era vivir en Dorila años anteriores?, ¿y actualmente?
No se puede comparar lo antes con lo de ahora! Ahora tenemos de todo, todas las comodidades: agua potable, gas natural, luz eléctrica todo el tiempo, calles asfaltadas; negocios muy bien surtidos. Antes era todo en base al trabajo: bombear el agua, cortar leña, criar animales para la carne, o los huevos; hacer huerta. Todos teníamos que ayudar en la casa para poder vivir.

Relato: Alberto Guaraglia

¿Nació en Dorila?. ¿Qué recuerda de su infancia?
Nací en Dorila, el 9 de diciembre de 1939, en la casa que era de Dominga Menza. Después viví en la Estancia La Barrancosa, siempre venía a Dorila, desde chiquito. Jugábamos con los chicos de Pineda, a la pelota, al fútbol. Después, en casa le ayudaba a mi madre, cuando terminábamos de comer, a secar los platos, eso es algo que lo hice hasta grandecito o jovencito.
Cuando veníamos a Dorila veníamos con mis padres a pasear a la casa de la familia Laborde, o a lo de Cassola, se visitaban mucho.
Me acuerdo algunas cosas, de algunas casas… sé que había varios surtidores de nafta. Enfrente de la casa que era de Dominga Menza, había una casa muy linda, que era de los Pelayo; que después la desarmaron y llevaron todos los materiales.
Otra casa que me acuerdo estaba donde vive José Brandan. Ahí vivía una señora morocha, flaquita… era un palo vestido, que se llamaba Liberata.; y también vivió un carrero, Victorino; tenía una chata de cajón grande, como la que tenía Manolo Rubio.
Una anécdota que puedo contar, es que cuando era muy chico; en la quinta de Menza, donde están las cina cina; había una casa muy linda, que era de unos señores Heritier. Cuando la desarmaron encontraron una botella con plata, que ya no servía, la tocaban y se desarmaba; pero se notaba que era plata.
Al lado de la quinta del Dr. Pena existió una casa (Donde el tornado del 8 de marzo volteó el caldén), en la que vivían los Sosa, gente que se fue a vivir a González Moreno; venían a la escuela los chicos conmigo; y después de los primeros años en la escuela se fueron.Pasando la curva del cementerio, en ese molino; ahí vivieron los Drapanti.
Sé que en un momento dado, porque me lo contó una persona muy vieja de Dorila; llegó a haber siete fondas en Dorila. Eran casas de comida, en las cuales se podían dejar los caballos, porque la gente venía a caballo.

¿Cuáles fueron las principales fuentes de trabajo en el pueblo?. ¿Qué oficios había, cuáles fueron surgiendo y desapareciendo?, ¿les alcanzaba el sueldo?
No recuerdo mucho en qué trabajaba la gente, yo era muy chico, pero estaba metido ahí en la estancia, en los trabajos de campo, los trabajos rurales, los peones de a caballo. Tractor en esa época, no había; había arados a caballo, también sembradoras tirada por caballos; mi padre era el que las atendía, a pesar de que había un capataz de campamento, digamos, de arada y de siembra, él atendía las herramientas.
En cuanto a los sueldos se andaba muy ajustado. Mi padre ganaba bien, él era herrero y tenía un sueldo superior a algunos de los empleados, pero igual andaba muy ajustado, la economía era brava.
No había televisión, no había lavarropas en esa época no teníamos nada, ni el diario siquiera!
El sueldo alcanzaba para comer y para la ropa nada más. Mis padres siempre fueron muy ahorrativos, ellos siempre fueron ahorrándose algún pesito, pero ya más adelante, arrimándonos al 50 pudieron comprar esta quinta donde vivimos hoy.
En cuanto a los oficios antes veníamos al taller de Vigna, nosotros no teníamos coche, pero la estancia sí tenía, y mi padre era el encargado y hacía de chofer también, en ese taller se arreglaba todo, no como hoy que le arreglan el carburador y el distribuidor tiene que ir a otro lado.
En aquella época un mecánico, arreglaba todo, la rueda…el freno… le arreglaba todo. Así que se venía al taller de los hermanos Vigna, en esa época, todavía vivía el padre.
Acá en Dorila había carpintería, que ahora creo que no hay nada de ese tipo. Había una herrería, que tampoco hoy hay, estaba la herrería de Wallas, en donde hoy es la iglesia evangélica, que enllantaban las ruedas de los carros.
Después se supo que Dorila tuvo un bajón, que se fue mucha gente; y ahora ha vuelto a ser más grande. La gente se fue debido a la falta de trabajo; la gente joven se iba…hubo gente que se fue a Rosario.

El ferrocarril ha sido importante para la fundación del pueblo, ¿recuerda las familias que han trabajado allí?
En cuanto al ferrocarril venía mucha mercadería para los almacenes, venían los changarines que trabajaban en la cosecha, venían en el tren. Después había muchos caminantes o linyeras, como le llamaban, venían arriba de los vagones, pasaban mucha gente arriba de los trenes, algunos eran linyeras otros iban a hacer la cosecha a algún lugar determinado.
En cuanto al tren de pasajeros, desde que yo puedo recordar iba desde Huinca Renancó hasta Bahía Blanca y pasaba por acá. Cuando éramos jóvenes lo usábamos mucho para ir a Pico, cuando íbamos a los bailes, lo hacíamos los sábados a la tarde, el horario era de las 16:40 hs ya venía el tren y lo tomábamos hasta Pico, pero no recuerdo cómo volvíamos, con alguno que nos trajera, o al otro día en el colectivo.

¿Qué recuerda de la Escuela N° 49?
Empecé en el año 46 a venir a la escuela, desde el campo, a caballo. Tenía un caballo y dos petisas para venir. Transcurrió todos los años de la escuela viniendo a caballo, a veces con algún compañero, a veces solo. Primero vine con un chico Constantini, de Santa Catalina, que el padre era el encargado. Después por el otro camino venían las chicas de Barrojo, venían las de Ba- ronio, venían los Soria.
Jugábamos al fútbol mientras el director no nos veía; cuando aparecía Funes tirábamos la pelota entre los yuyos y empezábamos a jugar al rescate; porque él quería que jugáramos al rescate, pero te rompías los delantales porque era para agarrarse y te arrancaban los bolsillos… era peor que el fútbol.
Se dividía la cancha en dos partes, una de ellas era la cárcel, donde tomábamos algún chico y lo poníamos ahí, para salvarlo había que llegar hasta esa parte y tocar al compañero, entonces estaba salvado pero había que tener cuidado de que no lo atraparan a uno y entonces quedabas prisionero en ese lado. Igual jugábamos al fútbol, con una pelota de trapo que hacíamos con medias..
Las chicas tenían su patio, y los varones el de ellos, nosotros veníamos con los Lucero de la estancia; y llegábamos siempre temprano y Funes nos hacía llenar el tanque de agua con la bomba. Todos los días teníamos que llenar el tanque de agua. Para calentarse teníamos estufa a querosén, las Volcán. En aquella escuela yo fui unos años; los últimos 2 años, los terminé en la escuela nueva.
Una anécdota que me contaron, de hace muchos años atrás; yo recién habría nacido… el director tenía una pileta y tenía peces y Lorenzo Vigna y Matías Witt que fue un tío mío, le robaron unos peces y se lo llevaron a su casa y a la tarde apareció el portero a buscarlos; ya los habían fichado quien se los había robado.
Las materias que teníamos eran matemática, castellano, historia… En matemática y lectura, era lo que más me destacaba. Tuve la suerte de pasar todos los años corridos, no repetí ningún año.
En los actos Funes me hacía decir versos, en todas las fiestas, desde los 6 años o 7 de la escuela, en un solo acto no dije versos; que fue en la escuela nueva, con las maestras nuevas.
Una vez Funes quiso que dijera un verso que se llama «Patria» pero tenía que decirlo con energía «Patria es la tierra donde he nacido…Patria es la tierra donde he crecido» y bueno…no me acuerdo más. Y a Lucero le hacían decir «Independencia». Y bueno… en comedias… en todo entraba y después que terminé la escuela hicimos una obra de teatro con la señora Nelly Ricci, que la hicimos en el club, «La Peluquería de Don Mateo».
Cuando empecé la escuela, en el año 1946 había una inscripción de 116 alumnos, venían de la zona rural y acá en el pueblo había familias que eran numerosas; después de varios años, la inscripción fue bajando.
El director era Don Bartolomé Funes; y la maestra de 1° inferior era la señora Elena López Ochoa de Funes; en 1° superior la señora María de Lucero; en 2° y 3° la señora Gloria Olleros de Serralta; y en una suplencia que hubo estuvo una señorita Hernández de General Pico; en 4° grado estaba la señora Cuca de Beato y en 5° y 6° el señor Marcelino Lucero, esto fue en el segundo edificio que tuvo la escuela.
Al primer edificio lo conocí pero sólo de afuera, era de chapa. Luego, en el año 1950 pasamos a la escuela nueva donde funciona actualmente; yo allí hice 5° y 6° grado.
No podría nombrar a todos los que iniciamos la escuela, porque eran muchos y temo dejar a alguien afuera, pero sí a los que terminamos la escuela: Matilde Gorrachategui; Magdalena Paire, Olga Baronio, Juan Alfredo Gómez, y yo; terminamos 6° grado.
En el edificio de la escuela nueva seguía el mismo director Funes; las maestras eran en 1° inferior la esposa del director, Elena, en 1° superior y 2° la señora Álvarez, en 3° y 4° Dolly René Viga; en 5° y 6° el señor Marcelino Lucero, hasta que se jubiló; luego vino la señorita De León, de Pico; después vino la época de Gloria Hortensia de Azat.
En otra parte del patio había una huerta, que en ese entonces se hacía, se formaba una comisión entre los chicos, yo fui varias veces presidente de la comisión nuestra.
Las verduras que se cosechaban se vendían.
Una anécdota con respecto a la huerta, que recuerdo, es que algunos chicos le comían los rabanitos a Funes y los plantaban de nuevo. Otra que recuerdo es que, en el segundo edificio de la escuela, había un sótano, allí se guardaban muchas cosas.
El director Funes, que era cordobés, se iba a pasar las vacaciones de verano en su provincia, cuando regresaba traía bolsas de frutas secas y las guardaba allí.
Un tiempo unos alumnos entraron al sótano y le comieron las frutas a Funes, se armó un revuelo que ni cuento!
Otra anécdota de la escuela, fue que cuando estaba en 5° grado, íbamos con uno de los chicos Lucero, teníamos mucho miedo a los linyeras, en esa época había muchos y de distintas condiciones, aunque eran siempre los mismos los que andaban rondando, un día cuando íbamos llegando a la estancia había un linyera acostado a lo largo de la tranquera tapado con un poncho, y yo debía bajarme a abrir la tranquera pero no nos animamos, así que hice como 800 metros más, até el caballo al alambrado y me fui cruzando campo, hasta el casco de la estancia y le conté a mi padre lo que sucedió. Regresamos con mi padre, hasta el caballo y él retó un poco al linyera porque estaba ahí en la tranquera.

¿Usted sabe cuáles fueron las primeras familias en habitar Dorila?
Que yo recuerde, estaban los «viejitos» Moreno, que ella era partera; el carnicero don Manuel Martínez, la familia Bravo, ellos tenían 14 hijos; los Mayor, Bahierbach, los chicos de Tallone; habían algunas casas que hoy han desaparecido; otras familias como los Pelayo, Monge, Villamonte, Vidales, Lupina.

¿Recuerda alguna anécdota en el Club Sportivo Dorila?
Con referencia al club yo participé más de grande, cuando corría en bicicleta, gané unas carreras y me entregaron premios en el club. Y también hacía atletismo.

¿Cómo eran las viviendas?, ¿que comodidades tenían?
Era muy difícil construir, para mis padres era imposible; cuando se construía lo hacían de barro, «chorizo». En la actualidad es más fácil porque se construyen barrios y la gente tiene trabajos mejor remunerados; sin embargo en aquellas épocas para un trabajador era muy difícil. Las casas eran muy modestas, prácticamente «ranchitos»; vivían todos amontonados, esas familias grandes que tenían muchos hijos; recuerdo a las familias Gorrachategui y los Villamonte; se alumbraban con candiles, no recuerdo cuando llegó la electricidad al pueblo.
Cuando hubo electricidad, lo hacían con un motor que atendía el abuelo de Moreno. Luego lo atendieron otras personas, entre ellas Federico González, los últimos años. A las 0:30 horas hacían señas para avisar que se cortaba. ¡Y todos a acostarse! Porque no había otra actividad.

¿Qué diferencias encuentra con cómo se educaban a los hijos, antes y ahora?. ¿Rol de la familia?
A los hijos se los educaba con un respeto tremendo a los padres, cuando nos sentábamos a la mesa era muy distinto de hoy en día, porque el chico comparte la conversación con los padres, con los amigos, con la tía….antes nosotros no podíamos hablar, sólo lo hacían lo mayores y nosotros, los chicos, debíamos estar calladitos, escuchando; había mucho respeto por la gente mayor.
Los roles en la familia estaban bien delimitados, el padre era el que trabajaba, y la madre hacía los quehaceres domésticos, a los chicos los educaban los padres por igual; muchas veces el padre trabajaba en el campo y venía una vez a la semana, los sábados a la tarde y entrado el sol ya y se iban los domingos por la tarde porque los trabajos en el campo comenzaban los lunes a la salida del sol; así que era la madre que educaba más y también orientarlos en los deberes de la escuela.
Para los trabajos del campo se manejaban como horarios la entrada y salida del sol. Se comenzaba la jornada cuando salía el sol, se almorzaba al mediodía, se hacía una pequeña siesta y luego se continuaba hasta la entrada del sol; esa era la hora de dejar el trabajo, no había 8 horas ni nada de eso. A mí me tocó trabajar en ese tiempo. Luego en la época de Perón se comenzaron con los derechos del trabajador; pero no se respetaba en todos los lugares.

¿De dónde sacaban agua?
No había potable sino que se sacaba con bomba manual, «bomba sapo» se llamaba.

¿A quién recurrían cuando se enfermaban?, ¿cómo se curaban?
En aquellos tiempos, nos curaba «la curandera», al médico prácticamente no se iba; los chicos éramos muy sanos, más allá de un empacho por ser glotones o por comer frutas verdes. Había una partera, la que atendió a mi madre fue doña Paulina Giacobe de Moreno. Había un método de curación: las ventosas, a mí me las aplicaban, eran dolorosas, se aplicaban en las gripes. Cuando era chico y me empachaba, me traían acá, al pueblo; a lo de la abuela Vigna, a curarme.

Medios de comunicación, cartas, radio, televisión, telegramas
Como medio de comunicación, acá en Dorila estaba el teléfono, había una central. Los campos tenían teléfono. Tenían en la estancia La Barrancosa. Entre ellos y los dueños de Santa Catalina y el Pavón habían construído la línea de teléfono, prorrateaban cada parte que les tocaba y después la atendía la empresa de teléfono; cada pocos días pasaba el guarda hilo recorriendo la línea, para ver si había algún problema, sacar los nidos de las palmeras; había muchos nidos, sobretodo del «titirití», un pájaro pequeño; también los horneros, pero así y todo era muy precaria la comunicación. Para hablar acá a Dorila no había problema, era casi instantáneo, se hablaba a la central y ésta comunicaba con el almacén, con la carnicería, es decir con los lugares en donde había teléfono; si queríamos hablar con alguien del pueblo, lo mandaban a llamar.
Otro medio para comunicarse eran las cartas, para comunicarse con los familiares o personas en otros puntos del país, incluso mandábamos cartas a Pico. En la estancia normalmente venía 2 o 3 veces por semana, un carruaje; le decían «cartero». Traía y llevaba las cartas, y alguna revista y diarios que le encargaban. Por ejemplo, nosotros mandábamos cartas a mis tíos y abuela que vivían en la zona de Pergamino, y después esperábamos, ansiosos, las respuestas; para saber cómo estaban. Luego, estaba el telegrama, pero se usaba en casos de urgencias. En la estancia, los encargados o mayordomos mandaban telegramas a la administración que estaba en Buenos Aires, sobre todo cuando llovía. En aquella época llovía una vez «a las perdidas»; porque el promedio de lluvias era muy bajo, entonces cuando pasaba era un acontecimiento; muy distinto es ahora; también se usaba el telegrama por un fallecimiento.
La televisión llegó cerca de 1960 o 1970, era en blanco y negro. En la estancia teníamos un televisor. Cuando vinimos a vivir en esta casa pusimos televisión, también en blanco y negro, con una antena alta que había que girarla. Para el lado de Vértiz veíamos canal de Santa Rosa y para el otro lado Trenque Lauquen.

Diversiones de los jóvenes: ¿cada cuánto salían?, ¿a qué edad?, ¿adónde, con quién?
Cuando éramos más jóvenes despachábamos las bicicletas en el tren, entonces llegábamos a Pico, íbamos al baile y después, al otro día, a media tarde, nos veníamos en bicicleta, eso lo hacíamos varios muchachos acá en el pueblo. También íbamos a los bailes de acá, del pueblo. De medio grandecito fui a los bailes.
Cuando era joven me dediqué mucho al deporte, a veces desperdiciaba un baile por cuidar el físico para el deporte, para el otro día la carrera o lo que hacíamos, jugar al fútbol. A veces íbamos un rato al baile hasta las 12, porque a las 10 empezaba; luego nos íbamos a dormir para participar al otro día del deporte. Yo me dediqué a varias disciplinas. Representábamos al club de Dorila, hicimos atletismo, ciclismo, fútbol. El club tenía muchas actividades. Jugué muchos años al fútbol, como 35 años, de arquero.

¿Qué acontecimiento recuerda en la historia del pueblo?
En cuanto a fiestas populares en el pueblo, no recuerdo mucho, sí tengo un cuadro con el programa de las Romerías españolas que duraban entre 3 y 4 días. Las organizaba el club para las fiestas patrias. Sí recuerdo con seguridad que en aquella época había cine cada 15 días, por lo general eran películas cómicas.

¿Cómo era vivir en Dorila años anteriores y actualmente?
Hablando de la vida diaria, antes había mucha pobreza, y familias numerosas, sin hacer nombres había chicos que en algún momento iban descalzos a la escuela, porque no había zapatillas para todos. La cocina a leña se manejaba con lo que llamábamos «leña de vaca», la iban a juntar al campo, en bolsas y la traían, no había leña se manejaban con eso. Tampoco había heladeras; no había radio, recuerdo que a la estancia los primeros que llevaron una radio fueron mis padres; era una usada que compró en el pueblo, era de Argeste Oriani, que les costó 150 pesos, de aquella época.
Era todo una atracción tener una radio en aquel entonces, más adelante otro empleado compró otra y así escuchaban todos los empleados de la estancia La Barrancosa, que eran aproximadamente 25. Eran permanentes entre 20 a 25 empleados, se trabajaba toda la semana y los domingos, no; pero parecían un día más; porque mucha gente se quedaba a pasar el fin de semana allí en la estancia no se iba al pueblo. Ahí es donde se escuchaba mucho la radio, a las doce, las novelas, los radioteatros, se escuchaba lo que el dueño de la radio quería!!!.
A veces ponía el mercado de Liniers y los otros debían escucharlo!. En esa época se escuchaba Radio Rivadavia, Radio Colonia, El Mundo, Radio Porteña, después Radio Continental.

Relato: María del Carmen Moreno

¿Nació en Dorila?. ¿Qué recuerda de su infancia en el pueblo?
Nací 12 de febrero de 1941, en la casa que era de Rosita Giacobbe, que ahora se desarmó. Mis padres se casaron y fueron a vivir ahí; porque la casa en que después vivimos hasta que me casé, ya era de mi padre. Ahí había una carpintería muy importante, se hacían los carros, era de Besio, y se la vendió a mi papá; el taller y la casa.
En el año 39 se casaron mis padres y la casa estaba alquilada a los maestros Lucero; que eran de San Luis. Hasta que ellos se fueron nosotros vivimos en la otra casa. Mi abuela era la partera del pueblo, Paulina Giacobbe de Moreno, ella iba donde la llevaban; la venían a buscar a cualquier hora.
Lo atendió a Alberto Guaraglia. Ella siempre contaba que Guaraglia le preguntó: “¿Es sanito? Y ella le dijo “sanito, sanito”… Ella nunca dijo que un chico era feo. Mi papá le decía: ¿Qué trajiste?. Una belleza al mundo, otro chico sano y lindo.
Mi papá en esa época tenía tractores, araba en la estancia. Tenía uno de esos de carril, una oruga y después una casilla para la gente. Trabajaba en la Estancia Santa Catalina y por la zona. Después compró un torno y se puso de tornero. Llegó a fabricar palas, acá tenemos a un empleado de los buenos que tuvo mi papá (Se refiere a Ceferino Villarreal); siempre dijo que los empleados de él eran joyas. Lo tenía a Villa, a los chicos de Behierbach, a Manuel Rubio, a Rechione que se recibió de tornero a los 18 años y se vino acá; después se casó y se fue a Pico.
Papá tuvo muchos empleados, porque hacía las palas mecánicas; y después fabricó los bombea- dores, que hasta el día de hoy se usan en algunos campos.
Antes la policía era una autoridad. Un policía salía y le decía a una persona que no se sabía qué estaba haciendo: ¿Y usted dónde trabaja?. Y si le decía que no tenía trabajo; le decía: Ah! no tiene trabajo? se lo consigo; pero que no lo vea otra vez mañana en el boliche; los perseguía…
¿Cuáles fueron las principales fuentes de trabajo en el pueblo, según lo que recuerde?
En el pueblo el trabajo era poco. El que tenía más empleados era mi padre, en el taller mecánico; casi siempre trabajaban 5 o 6 personas. Después la mayoría trabajaba en el campo, como empleados; o en las épocas de cosecha de trigo. Algunos que tenían quintas, vendían leche, verduras, frutas, huevos. Lo que se ganaba tenía que alcanzar, porque se compraba lo necesario; si sobraba algo de dinero se compraba ropa o alguna otra cosa.

¿Recuerda las familias que han trabajado en el ferrocarril?
El jefe vivía en la estación. Me acuerdo de los primeros; uno era de apellido Viejo; rosita Viejo se llamaba una hija. Otro jefe fue Gómez, que tenía un hijo un poco mayor que yo; Juan Gómez. Después estuvo Bor- ges. Y Vener, que trabajaba de cambista. Vivían ahí, en las casas de la estación.

¿Qué recuerda de la Escuela N° 49?
Yo fui primero a la escuela que estaba donde vive Salas, el director era Bartolomé Facundo Funes y la señora era la maestra de primer grado, Elena López Ochoa de Funes; muy buena maestra, muy cariñosa. Después en 1º superior, como teníamos hasta 6º, teníamos 1º superior, y estaba a cargo de la señora de Lucero, 1º y 2º grado. Después estaba 3º y 4º con la señora de Serralta.
Y desde ahí pasamos a la escuela nueva, en el año 50. Era una hermosura. Me acuerdo hasta el día de hoy de la portera, Isabel Pablo de Nicolau, una mujer maravillosa, porque fue trabajadora, limpita, arreglaba toda la escuela ella sola, no sabíamos dónde sacaba tanta fuerza; y mantuvo a toda la familia porque su marido tuvo un problema de salud muy serio, quedó muy rengo de una parálisis infantil y ella crió a sus hijos y les dio estudio…
Y después en la escuela tuvimos a la señorita Dolly Biga, que se ocupaba del 3º y 4º grado, después tuve a Esther Hortensia Azat una maestra que venía de Intendente Alvear, muy buen maestra. La escuela tomó un valor impresionante porque era de esas maestras que se jugaban todo por la escuela.
Estando ella se hizo el 50 aniversario, ya no estaba Funes, había quedado ella a cargo de la Dirección, interina; después vino Rosales, esa fue otra época.
Estuve en el 50 aniversario, por eso recuerdo a las hermanas Azat, estaban Alcira y Esther que trabajaban muchísimo. También estuvo Delia, maestra también, pero la que más estuvo fue Esther.
Cuando estábamos en la primera escuela el patio estaba dividido, salía Funes y no quedaba un varón en el patio de las mujeres; las mujeres en el patio donde estaba la escuela, teníamos un tapial que dividía, ahí había una puerta y los varones jugaban en el otro patio. Bueno, después había una quinta también, porque todos teníamos quinta. Las mujeres jugábamos a la ronda, a la mancha, pero los varones jugaban al fútbol con pelotas hechas de trapos. No existían los talleres, teníamos manualidades. El horario era de las 8 a las 12. Y a la tarde en tiempo de invierno, se cambiaba de 12 y media a 4 y media, por los chicos que venían del campo; y teníamos clase los sábados.
Se izaba la bandera y se cantaba en todas las entradas… “Aquí está la bandera idolatrada”… me parece que la estoy escuchando. Y el que no cantaba, estaba el director ahí y le pegaba un castañazo por debajo de la pera… que se acordaba para toda la vida. A cuántos les marcaba los dientes y la lengua. Y a la salida también, se ponía en la puerta y tenías que salir cantando; en la vereda ya no tenías obligación. Hasta que salías estaba el director en la puerta mirando.
Las peleas de los chicos era de la esquina de las casas de los maestros. Al otro día el director trataba de preguntar pero yo nunca había visto nada!…ya había pasado!, le decía; pero era bravo el director.
Me acuerdo un día cuando veníamos de General Pico, muy tarde, con mis padres, con mi hermano que era chiquito y ellos iban caminando, se los había roto el coche y lo dejó. Y entonces lo levantó papá y don Funes tuvo que ir atrás porque era una camioneta que teníamos; así que lo trajimos… Uh! Más contento que lleváramos a la señora… nos amontonamos todos y don Funes iba atrás.
Los actos eran lindos; se decían poesías; teníamos un recitador: Alberto Guaraglia. Él siempre estaba… y Funes le decía: “más fuerte”; porque a Funes había que gritarle todo, no le gustaba que hablaran despacio… no escucho… le decía… Él era el recitador; pero hubo muchos buenos recitadores; me acuerdo de Juancito Mayor, te hacía llorar en cada fiesta de la escuela. Cuando Juancito Mayor decía una poesía, iba toda la gente.

¿Usted sabe cuales fueron las primeras familias en habitar la localidad de Dorila?
La familia Martellono tenía una casa grande; los Paulón; la familia Gil; Oriani; Cándido Díaz (vivían en la casa de María Sosa y tenían un almacén); Ramón Pelayo, que fue administrador de la Estancia La Barrancosa. La familia Monge, que fue una de las primeras y muy grande. Además, Heritier, que vivían en una quinta. En el lugar donde está la plaza vivía la familia Natal.

¿Recuerda alguna anécdota en el club Sportivo Dorila u otro club?
Hubo otro, el “Club de los Indios”, estaba donde está la señora María Doris Giacobbe de Bongianino, pero no lo conocí. Dicen que en ese club, se hacían los bailes sociales,… sería por el 30 y algo; eran bailes para todos los socios, de etiqueta; se servía el chocolate antes de que termine con masas finas, pasteles que traían de Pico. Las mujeres iban de largo, era un baile muy importante. Venía toda la gente de la estancia La Colonia, las de Forte, Berlini. He visto fotos de mi abuelo de ahí, porque fue presidente del club.
Una anécdota de “Pino”, cuando le hicieron un gol a Dorila que iba perdiendo, agarró la pelota y, co- mo no tenían otra, se terminó el partido. “Pino” fue un personaje, vivía en el club, ponía las redes en los partidos de fútbol, marcaba la cancha, era el que llevaba los telegramas, los pedidos.
El día de su cumpleaños se recorría todas las casas, y decía: “Hoy es San José”.- Ah, sí? Con que convida pino? , le digo yo. No, me tiene que convidar usted – Pero siempre tengo que convidar yo, Pino? Le tenía que convidar con un vaso de vino, siempre, cuando venía por algo. Un vaso de vino cobraba. Cuando se quemaban los focos que estaban en la esquina, en el centro; él iba, ponía la escalera y venía el que andaba en la usina; en un tiempo fue mi abuelo… después Federico o algún otro; iban y lo cambiaban. Él solo ponía la escalera y cobraba un vaso de vino.
Mi mamá lo llamaba a Paulón que le trajera vino, entonces Pino a las doce menos cuarto aparecía por casa… y decía: le traigo una botella porque no le puedo traer el cajón, entonces mamá la destapaba, y le daba un vaso de vino y se iba. Después a la tarde venía a traerle el cajón entonces se tomaba otro vaso. Pero era sano, no tenía maldad para nada, mi mamá decía que Pino tenía un don, porque antes había mucha sequía y cuando se ponía a cantar… cuando se enloquecía Pino… cambiaba el tiempo, decía mi mamá.

¿Cómo eran las viviendas?
Se calefaccionaba con la cocina a leña nada más. Electricidad tuvimos desde 1923, creo. La usina la compró el pueblo; era un motor que fue una novedad para la época. Todavía se guarda en el corralón municipal. Daba luz desde las 8 de la noche a las 12 horas.; y en invierno desde las 7 a las 12.

¿Qué diferencias encuentra en cómo se educaba los hijos antes y ahora?
El padre se sentaba en una cabecera de la mesa y la madre en la otra; y los hijos hablaban cuando se les preguntaba. Yo soy de la época en que ya hablábamos en la mesa. Había chicos que trataban a los padres de usted, pero en mi casa los tratábamos de vos. Pero había mucho más respeto que hoy. Había familias numerosas; mi mamá tenía 9 hermanos. La mujer era la que cocinaba. El hombre trabajaba, traía la plata y la mujer la cuidaba; era la que manejaba la economía doméstica.

¿De dónde se sacaba el agua?
Primero tuvimos una bomba; después un bombeador, con la corriente de 110 voltios. Pero casi todas las casas tenían bombas.

¿A quién recurrían cuando se enfermaban?
No íbamos casi nunca al médico. Las gripes se curaban con reposo, cuando mucho te compraban remedios para el dolor de garganta. Las enfermedades más comunes cuando éramos chicos eran paperas, sarampión o varicela. O estaban las curanderas, que curaban el empacho. La única vez que vino el médico a casa fue por un forúnculo.

¿Medios de comunicación…?
Nos comunicábamos por cartas, con familiares que vivían en Buenos Aires; para sus cumpleaños o para tener noticias. Se mandaban encomiendas con pollos, productos de las carneadas de cerdo, pasteles. Se enviaban por ferrocarril, y llegaban en el día.
En mi casa siempre hubo teléfono; pero las comunicaciones no eran rápidas. Pedías una comunicación a la central, que funcionaba en Dorila; a la mañana temprano, y a lo mejor lograbas hablar a las 3 de la tarde.
En el año 39 o 40 vinieron las primeras radios. Cuando llegó la televisión, veíamos dos canales: Santa Rosa, a través de la repetidora de Vértiz y Trenque Lauquen. Teníamos una antena alta, que había que correr para cambiar de canal.

¿Diversiones de los jóvenes?
Los jóvenes salíamos a los bailes, que se hacían el 31 de diciembre, 25 de mayo, el 9 de julio, esos eran fijos. Y alguna vez… después pusieron alguna para septiembre, pero después…arreglate, no había más bailes.
Recuerdo que mi prima se estaba por hacer de novio, con Constantini y vino Pino con la noticia: – “Se suspendió el baile”…No! Dijo Olga: te mato! ¿Qué paso? – Se murió La Gioiosa… Y se suspendió el baile. Y era el 9 de julio y había que esperar tres meses más! No era como ahora, que los chicos al sábado siguiente se encuentran.
Empecé a bailar a los 17 años, por ahí, Y, si… murieron los abuelos y había que hacer seis meses de luto… cuando terminé el luto de mi abuela, se me murió el abuelo… seis meses más; un año.

-Con quien salían, ¿solas? – pregunta la entrevistadora.
– No!… solas, no! Con papá, mamá. Y a mí hasta la semana que me casé me acompañaron; me acuerdo que mi novio, quería ir a ver una película. – Y dice mi mamá “Yo no puedo ir” No me acuerdo que estaba haciendo mi mamá… -Ah, voy yo dijo mi papá; y fuimos con mi papá, Y ni chito! Y ya me casaba!.
Nunca me dejaban salir sola con mi novio; y tal es así que él tenía coche, y yo lo encontraba en Pico, en la estanciera andaba él, y yo caminando, y nunca jamás; por los hijos te lo juro, que jamás me subí, porque sabía que no me correspondía.

¿Qué acontecimiento recuerda importante en la historia del pueblo?
Los 50 años de Dorila fue importante. Se festejó con asado con cuero, todo gratis. La gente de campo donó carne y la del pueblo para la bebida, el panadero el pan, Todos los negocios y los que podían donaban.
Los asados se hicieron en la estación de ferrocarril y se comió en la esquina de enfrente del comedor escolar. Había unos árboles grandes, y ahí se armaron las mesas, al aire libre.
Recuerdo que para el 25 de mayo se tiraban bombas, eran 21 cañonazos que se escuchaban a la mañana temprano. Y el acto en la Escuela Nº 49 duraba hasta el mediodía. Después del almuerzo estaba la fiesta en el club, con carrera de embolsados, palo enjabonado, carreras de sortijas. Se jugaba al fútbol; el equipo de los solteros contra los casados; o con el equipo de otro pueblo. Y a la noche se hacía el baile.

¿Cómo era vivir en Dorila años anteriores?
Antes no había recolección de basura; en cada casa se hacía un pozo para la basura, y después se quemaba. Había médanos por todos lados, no se regaban las calles.

Han mencionado alguna vez a las familias Parera, Graciarena y Brunengo, ¿qué sabe de ellas?
Conocí a la familia Parera, fui muchas veces al campo. Era una familia muy buena, son los que donaron los terrenos donde se construyó la estación de ferrocarril. Con la familia Brunengo estamos emparentados: vivían en el campo que ahora es de Aldo Barisio, después se fueron a Speluzzi.

Relato: Norberto González

¿Cómo fue su llegada a la localidad?. ¿Qué recuerda de su infancia en el pueblo?
Nací 8 de mayo de 1941 y frecuenté prácticamente desde chiquito. Toda mi infancia la pasé en La Puma; pero venía siempre a Dorila, teníamos un primo a 3.000 metros de Dorila, «Cañada», y lo venía a visitar y desde ahí me traían acá. Me acuerdo que los Benito tenían en la esquina de la plaza, la panadería y carnicería; tenían un bar, creo que era en el año 46 o 47, yo era muy chico.
Después cuando me hice un poco más grande empecé a trabajar para mi tío y mi padre que tenían una sociedad, trabajaba de empleado. Tengo en la memoria bien grabada… que me conseguí una novia y dio la coincidencia que era en el aniversario del pueblo. Cuando Dorila cumplió 50 años nos hicimos de novio y ahora llevamos 51 años de casados y estamos muy contentos todavía.
Y después, el fútbol, jugaba en la Puma entonces nos enfrentábamos a Dorila, pero después el club de la Puma prácticamente desapareció y me volqué acá a Dorila y jugué varios partidos. Y bueno…vi crecer a Dorila, como también vi crecer a Pico, porque si vamos al caso yo nací en General Pico, me acuerdo de algunas cosas, no de todas, porque no estaba siempre.
De los arenales que tenían las calles de Dorila, sí me acuerdo bien; porque no se podía cruzar el pueblo en bicicleta; había que ir por las veredas. Eso me quedó grabado para toda la vida porque anduve en bicicleta y por las calles no se podía pasar,… una porque andaban carros y sulkys y entonces movían todo el terreno.
Los talleres que no han nombrado, y que me acuerdo era el de Vigna, y el último enllantador era el “Torito Vigna”, que arreglaban las llantas de los carros.
Después empezaron a verse los acoplados con cubiertas, a los sulkys se les ponía ruedas de goma y bueno…empezó a desaparecer todo eso. Debe haber sido en el año 50, que empezaron a desaparecer los sulkys con ruedas de llantas de hierro, con rayos de madera.
Y los coches, en Dorila, cuando era chico me acuerdo que había tres: el de Vigna, el de mi suegro, era una camioneta y una Ford A de Cándido Díaz.
Y después se empezaron a sumar más; no había coches para comprar como hay ahora. En aquella época lo que abundaban eran los sulkys, caballos y una que otra bicicleta. No como ahora que en una casa son tres de familia y hay cinco bicicletas. La bicicleta antes la heredábamos, el padre la heredaba al hijo, y después al nieto.
Mi infancia fue muy buena. La verdad no puedo quejarme de mi infancia. Me crié en la zona de La Puma, con muchos vecinos, estábamos cerquita de todo ahí.
¿Cuáles fueron las principales fuentes de trabajo en el pueblo que recuerde?
Las fuentes de trabajo eran muy pocas. En la época de la cosecha, en los galpones del ferrocarril se almacenaba el trigo en bolsas, estaban las cuadrillas de los bolseros. También había un taller mecánico de los hermanos Vigna. La gente que trabajaba en la cosecha vivía casi todo el año con eso; además de alguna «changa» de vez en cuando. No había otros trabajos.

¿Qué recuerda del ferrocarril?
Recuerdo que un jefe de Estación fue Alfredo Gómez; después estuvo Borghi, y luego Arturo Vener.
En las cosechas, trabajaban las cuadrillas de bolseros. Uno de ellos fue Marcheti, que quedó como encargado de los galpones; para la conservación de la cosecha. El chacarero entregaba la cosecha al acopiador. Uno de ellos fue Cándido Díaz. Eran los encargados de comercializarla. Se almacenaba en los galpones hasta que se exportaba o se vendía a los molinos de Realicó, General Pico, Santa Rosa o Winifreda.
El tren de pasajeros era el medio más utilizado. Estaba «el cortito», que lo llamábamos así porque iba de Realicó a Santa Rosa nada más. En el año 50 y algo, venía el «tren blanco»; tenía pocos vagones; uno para las encomiendas y los otros para pasajeros. Viajaba de San Juan a Bahía Blanca. Era muy rápido, a más de 100 km. Pasaba por Dorila; pero había que tomarlo en General Pico o Quemú. Tuve la suerte de viajar en ese tren y hasta de llevar la moto cuando fui al servicio militar. Pude viajar en la máquina, porque un tío mío era maquinista.
Había otra línea, que iba de Huinca Renancó a Bahía Blanca. Se podía viajar en primera clase, que tenía asientos cómodos, tapizados en cuero, o en segunda, que tenía asientos de madera. El tren de carga llevaba la cosecha, y además hacienda; ganado lanar, vacunos y cerdos.

¿Qué recuerda de la Escuela 49?
Fui a la escuela rural de La Puma. Voy a contar una anécdota que ilustra el respeto a los símbolos patrios y a los maestros que había. Un día estábamos arriando la bandera en el patio y pasó Antonio Ceresole, de a caballo, que era un hombre de 30 y pico de años; y la maestra, que era la madre de José Elías Rosales -del que lleva el nombre la biblioteca- salió corriendo y le gritó: Antonio…Antonio! Entonces Ceresole se volvió y la maestra le dijo: Pegue la vuelta para atrás y sáquese la gorra cuando pase frente a la bandera. Esa era la autoridad de una maestra, antes.

¿Usted sabe cuáles fueron las primeras familias en habitar Dorila?
Me acuerdo de Domingo y Francisco Fernández, Nicanor Ares (que tenía carnicería en sociedad con Manuel Martín), Paire (que vivían en una quinta), Monge, Francisco Barón, Biasusi, Vigna (Lorenzo y Andrés tenían un taller mecánico), Bogetti, Behierbach, Giacobbe (una de las familias fundadoras), Moreno, Barisio, Brunengo, Martellono, Casola (tenía un bar en la casa que es de Norma Blanco de Genaro), Urra.

¿Recuerda alguna anécdota en el club Sportivo Dorila u otro club, o en la plaza del pueblo?
Una vez que el equipo de fútbol de Dorila iba perdiendo, «Pino», que era muy popular en el pueblo; agarró la pelota y salió corriendo y no la entregó más. Y como había una sola pelota se tuvo que terminar el partido.
El Club tuvo muchos años equipo de fútbol. Se jugaba para las fiestas patrias y amistosos con equipos de la zona. Más adelante se armó una liga.
Otro deporte importante fue el atletismo, a Lorenzo Vigna lo apodaron «El ñandú pampeano»; fue muy importante. También Alberto Guaraglia corría, en 1.500 y 2.000 metros. Yo también participé. Se corría en Dorila y en General Pico, en el club Sportivo Independiente.
En automovilismo también tuvo sus representantes; Lorenzo y Andrés Vigna corrieron en un Ford T, semipreparado, en el tiempo que corría Cernicharo, Juan Marchini, Cachi Castaño, Serrucho Tomba.
Alberto Benito y Antonio «Murrieta» Vicente, corrían en bicicleta.

¿Cómo eran las viviendas?
Antes se trabajaba mucho. Hoy, estamos esperando que nos den una casa de barrio; antes no había esa posibilidad; había que arreglárselas solos. Tuve la suerte cuando nací que había un molinito cargador, que cargaba la batería… entonces viento no faltaba nunca en La Pampa. Y en casa tampoco porque se cargaba con el cargador. Me enseñaron a cuidar, en casa todavía tengo peleas con mis hijos. A mí me quedó la costumbre del campo. Voy y apago la luz, sea de noche o de día; tengo la costumbre del campo que había que cuidar la batería… se apaga la luz después que se salió.

¿Qué diferencias encuentra en como se educan los hijos, antes y ahora?
Mis padres no eran tan estrictos. Nos dejaban estar presentes cuando tenían visitas; pero en años anteriores los chicos no podía escuchar las conversaciones de los mayores.
El padre era el que trabajaba. Los tres varones ayudábamos en la limpieza de la casa, a ordeñar, pelar lechones. Al más chico le tocaba juntar los huevos. La madre trabajaba en la casa. No había lavarropas, por ejemplo y se lavaba a mano. Se hacía huerta, se cultivaba de todo.
Recuerdo una anécdota. Se hacían las conservas en mi casa, se hacía salsa de tomate y a las botellas de salsa, la mayoría de la gente las enterraba. Mi mamá enterró unas cuantas botellas y no las encontramos nunca más, porque no se acordó dónde las había enterrado.

¿De dónde se sacaba el agua?
Se usaba las bombas y los molinos; donde estamos viviendo había un molino.

¿A quién recurrían cuando se enfermaban?, ¿cómo se curaban?
La mayoría de los problemas de salud se curaban con remedios caseros, para el resfrío se usaban vahos con hojas de eucaliptus o vivaporú. Para los golpes, agua con sal. Se usaba un ungüento hecho con grasa de potro. A la escuela una vez al año iba el médico, a vacunar contra la difteria y hacía controles de salud.

¿Medios de comunicación?
Antes se escribían muchas cartas, a veces tardaban treinta días en llegar, pero era el único medio.
Recuerdo que una vez, por un paro del ferrocarril, en la época de Frondizi; una carta que le mandé a mi novia cuando estaba haciendo el servicio militar tardó un mes. Los telegramas se usaban para fallecimientos o para algunas noticias especiales; pero era muy caro. Había uno de lujo, que se usaba para los casamientos.

¿Diversiones de los jóvenes?
Le voy a contar algo a los chicos. A mí me gusta mucho la música y aprendí a bailar de muy pibe.
El varón comenzaba a bailar casi a los 18 años; y empecé a bailar a los 14 años. Ya a los 13 comencé a aprender y cuando nos reuníamos en las yerras, las chicas y los varones nos poníamos a bailar; pero… ¿de donde sacaban la música?, no había; entonces yo muchas veces hacía la música con la boca… Era la manera de poder bailar.
El baile del 31 de diciembre en el club era tradicional. Se hacía sí o sí. Era muy importante, venía gente del pueblo, de la zona rural y personas de otras localidades que alguna vez habían vivido en Dorila. Empezaba a las 10 de la noche y el brindis se hacía allí. Se vendía el pan dulce y todos compraban. Con el tiempo, ya las familias empezaron a reunirse en las casa, y el baile fue perdiendo importancia, porque se hacía más tarde. Ya era como un baile más.
En la zona se hacían bailes rurales, como en lo de Ceresole, Forte, en los galpones de los campos. Ya en el 50 o 60 había bailes más seguido, salíamos a bailes en Villa Mirasol, Agustoni, Metileo, La Puma.

¿Cómo era vivir en Dorila años anteriores?
No había casi nada, pero uno no se daba cuenta, no había agua corriente, para bañarse había que calentarla en una olla.
La basura se tiraba en el fondo del terreno, en un pozo. Y actualmente tenemos asfalto, luz eléctrica, gas, internet, todo.
En casa el primer tubo de gas de 45 kilos se instaló para la cocina. En Pico no había nadie que vendiera gas, había que mandarlo por ferrocarril a Trenque Lauquen; mi mamá era la que se encargaba que lo llevaran a la Estación. Tardaba 30 días en volver el tubo; hasta que se hacía el giro y todo eso. Y tardaba 45 días en terminarse; pero no había otra manera. Después vino el gas en garrafa y ya fue más cómodo.

Han mencionado algunas vez a las familias Parera, Graciarena y Brunengo, ¿qué sabe de ellas?
Parera era el dueño de los terrenos que están del otro lado de la estación; es el que donó los terrenos donde se construyó la Estación del Ferrocarril. Brunengo fue uno de los primeros colonizadores, compró campos para la siembra de trigo.

COLEGIO SECUNDARIO

El Colegio Secundario Rural en Dorila, es una escuela de nivel medio (servicio educativo rural de 3° categoría) que dio inicio a la actividad el 22 de marzo de 2013, cuestión que habla de una institución que recién está dando sus primeros pasos, se está consolidando y definiendo un ideario institucional.
El colegio tiene su inicio como producto de fusionar dos comunidades cercanas y pequeñas (Agustoni y Dorila) que tenían dificultad cuando los alumnos egresados, debían continuar con el secundario en la ciudad de General Pico a 30 y 15 kilómetros de distancia de ambas comunidades respectivamente, o a Roosevelt. La dificultad radicaba en la distancia y en el manejo de los alumnos en un lugar diferente al que ellos estaban acostumbrados y en algunos casos a desenvolverse en la ciudad de manera independiente.
Por propuesta de la Municipalidad de Dorila se decide crear el secundario en esta localidad, cuya orientación es Ciencias Naturales.
Cabe destacar que esta oferta escolar es la única y primera que se funda en esta zona, previamente a la concreción de este espacio institucional escolar los estudiantes concurrían a colegios secundarios de General Pico.

Es importante destacar que los estudiantes de Agustoni y los provenientes de zonas rurales viajan todos los días trasladándose en combis municipales, así mismo mencionar con respecto a la zona ruralizada que si persiste mucho tiempo lluvia o condiciones climáticas adversas el traslado de los estudiantes se ve afectado por inclemencias climáticas.
Actualmente el CSRD, atiende a un total de 100 alumnos/as (aproximadamente) que transitan de primero a sexto año. Las familias de estos jóvenes se desempeñan en su mayoría en tareas rurales.

Cuenta con un ciclo básico de 3 años y un ciclo orientado de la misma duración, siendo la orientación Ciencias Naturales. Se priorizó la elección de esta modalidad en virtud de considerar que muchos de los egresados no continúan estudios universitarios y el ámbito rural en el cual se desempeñan muchas de las familias de los estudiantes.
El plantel docente que lo integra es un grupo joven, el cual en general tiene poca antigüedad en la docencia, salvo excepciones de algunas docentes que vienen trabajando y acompañando a los alumnos desde el colegio primario.La mayoría de los profesores son de la ciudad de General Pico, algunos son profesionales, otros profesionales con capacitación docente y otros docentes con título.
Los docentes están constituidos en comisiones de trabajo organizados por área de conocimientos, los cuales aún, no se han consolidado como grupo, es así que durante el presente año, se ha visto dificultoso y complejo el promover un sentimiento de pertenencia a la institución por gran parte del personal.

Cuenta con una profesora a cargo de la Dirección, dos auxiliares docentes y dos personas a cargo de maestranza.
Las aulas que no son superpobladas, están integradas por un total de entre 15 a 20 alumnos/as, lo que posibilita el contacto directo de cada estudiante, como así también el acompañamiento de las Trayectorias Escolares.
Las características del lugar en donde viven los chicos posibilita una comunicación fluida en donde las relaciones personales pueden ser consolidadas a través del vínculo y del cara a cara. Esto es así tanto entre alumnos, alumnos docentes y docentes entre sí.
Es una institución que intenta generar vínculos con la comunidad, por lo cual realiza eventos que generan gran convocatoria en la localidad.

Hay equipos de trabajo distribuidos por área de conocimiento, los cuales aún no se han consolidado como equipo de trabajo.
Es un colegio que funciona en el turno mañana y comparte el espacio físico con la escuela primaria que funciona en el turno de la tarde, por lo tanto no hay espacio físico para realizar talleres a contraturno o extensión horaria. Sólo la materia Educación Física es dada en turno tarde en el patio del colegio o en el Polideportivo.
Desde el Programa Conectar Igualdad, a la fecha se han recibido un total de 127 netbooks, lo que acercó más a los chicos/as a las TIC. No obstante, este es un camino que se está construyendo, dado que sus fines pedagógicos aún no se han consolidado.

Objetivos de la Institución
• Formar personas cualificadas, competentes, éticas, comprometidas con el cambio social y personal.
• Acordar acciones de participación de los estudiantes mediante la creación de los consejos de convivencia
• Promover un pensamiento complejo.
• Educar para el cambio, la diversidad cultural, para el mundo global.
• Mantener la pertinencia y relevancia de los programas académicos.
• Promover el desarrollo humano equitativo y sustentable.
• Fomentar vínculos escuela-familia- comunidad
• Consolidar equipos de trabajo interdisciplinarios que posibiliten la construcción de una propuesta educativa integral.
• Promover la valoración de la institución escolar y el cuidado del establecimiento.
• Generar en los alumnos responsabilidad, compromiso y solidaridad
• Brindar una educación de calidad que permita a los estudiantes desarrollar competencias y valores necesarios para su futuro desempeño social y productivo.
• Desarrollar respeto, responsabilidad, solidaridad, honestidad y tolerancia como pilares fundamentales en la formación integral de los alumnos.
• Formar al alumno teniendo en cuenta su capacidad de entender, comprender y aprender, con el fin de alcanzar la construcción de su propio conocimiento.
• Desarrollar y consolidar hábitos de disciplina, estudio y trabajo individual y en equipo como condición necesaria para una realización eficaz de las tareas del aprendizaje y como medio de desarrollo personal.
• Fortalecer el trabajo con otras instituciones del medio.
• Generar espacios de convivencia universitaria, no solamente pensados para 6° año.
• Fortalecer el proyecto de pasantías como una acción institucional concreta.
• Propiciar experiencias de trabajo en redes.
• Formar un estudiante comprometido ciudadanamente.
• Desarrollar el compromiso solidario a través de la concreción de proyectos socio- educativos.
• Tomar la solidaridad como un contenido transversal dentro de la institución.
• Desarrollar la capacidad crítico- analítica en el estudiante.
• Fomentar los valores democráticos, entre ellos la tolerancia como símbolo del respeto y la aceptación del otro como persona.
• Relacionar los contenidos curriculares con la cotidianeidad del estudiante.

ESCUELA 49

Breve reseña histórica de la Escuela 49
A sólo dos años de la fundación de la localidad, el 19 de julio del año 1909, nace la Escuela Nacional Nº 49. En sus orígenes funcionó en un modesto edificio de adobe y chapas que se encontraba ubicado en el espacio que actualmente ocupa la cancha de paddle, edificio que se alquilaba a la familia de don Santiago Martellone. Más tarde, al crecer la matrícula, el establecimiento debió trasladarse a un nuevo local con mayor espacio, el que fue alquilado en esta oportunidad a don Francisco Benito.
Los datos estadísticos de sus primeros años manifiestan el pujante desarrollo de la localidad, reflejado en el crecimiento constante de la matrícula escolar.
La Escuela Nº 49 de Dorila, según datos que se registran en las planillas de estadísticas archivadas en el propio establecimiento, empezó a funcionar el día 19 de julio de 1909 con la categoría de Infantil.

FECHAS IMPORTANTES EN LA HISTORIA DE LA ESCUELA
1909: El 19 de julio se crea la Escuela Nacional N° 49. Don Segundo González, primer director y maestro. Primera matrícula 31 alumnos. 18 varones y 13 mujeres. Primer edificio de adobe y chapas ubicado en la misma calle que se llamó más tarde Segundo González en homenaje al primer maestro.
1910: Con una matrícula de 53 alumnos se crea un cargo y es la señorita Margarita Goladaracena la primera maestra.
1919: Incorporación del tercer grado
1920: Incorporación del cuarto grado.
1923: Se incrementa la matrícula. Se agregan dos secciones de grado. La escuela cuenta con siete secciones, nueve cargos maestros y director Matrícula 153 alumnos.
Se traslada a un edificio más amplio alquilado a Don Francisco Barón.
1926: La dirección está a cargo de la señora María Teresa de Seoane.
1930: Es una década floreciente para el pueblo. Hay una gran actividad agrícola-ganadera, los grandes establecimientos rurales demandan personal para trabajo de campo. Crece la matrícula y hay apoyo económico. Matrícula 144 alumnos.
1931: El 8 de noviembre se inaugura la Biblioteca Escolar Domingo Faustino Sarmiento, con trescientos volúmenes recibidos en donaciones. Se crea una un cargo de maestro especial de música y uno de manualidades. Matrícula 128 alumnos.
1932: Se da a la Biblioteca carácter de Popular. Se organiza el Museo de la Escuela.
1934: El 11 de septiembre se constituye la Asociación Cooperadora Bernardino Rivadavia. Matrícula 134 alumnos.
1939: Se va reduciendo la matrícula, 102 alumnos.
1942: Cada aula del establecimiento cuenta con su biblioteca y con material didáctico apropiado. Matrícula 84 alumnos.
1943: Se constituye la Asociación de Exalumnos General Belgrano, para promover actos culturales y recreativos. Matrícula 94 alumnos.
1947: Se crean los clubes agrícolas en el establecimiento. 25/6 Club El Caldén.- 26/6 Club El Ceibo.- 28/6 Club El Pino de San Lorenazo. Tienen por finalidad organizar tareas agrícolas. Matrícula 91 alumnos.
1950: En abril inauguración del edificio actual. Se inicia gestión para completar la planta funcional con todos los docentes. Matrícula 153 alumnos.
1959: El 19 de julio se celebra el Cincuentenario de la Escuela, en un acto solemne el día de Ing. Bellón, personal de I.N.T.A. y gestionado por la docente Sta. Esther Azat. El 29 de septiembre se deja inaugurado el jardín y parque, construido con el asesoramiento del ingeniero Azat. Se anexan dos secciones de grado. Matrícula 64 alumnos.-
1961: Se crea el Club Juvenil, Director Sr. José Rosales. Matrícula 42 alumnos.
1969: Matrícula 56 alumnos.
1976: Directora señora Nelly Armisén de Ricci. Matrícula 64 alumnos.
1977: Con una planta funcional de cuatro maestros de grado se crea un nuevo cargo. Matrícula 56 alumnos.-
1979: Al suspender el transporte escolar, los alumnos de la zona rural son inscriptos en escuelas de Gral Pico. Con 35 alumnos se registra la matrícula más baja de la historia. Se registran altos índices de repitencia debido a la fusión de grados; 1°,2°,3° anexados con un solo maestro.
1981: La propuesta didáctica es “Lograr una Educación de calidad”. Matrícula 54 alumnos.
1984: El 5 de agosto se celebraron los 75 años en la escuela.
1987: Se crea el Jardín de Infantes (Nivel Inicial).
1989: Directora: Liliana Morgante. Crece la matrícula a 84 alumnos.
1990: Directora: Marta Morgante de Anconetani. Se mantienen los cargos docentes y la matrícula.-
1990: Comienzan los cambios metodológicos, luego de capacitación. Curso de Gestión Educativa para Directores y Vice. A mediados de este año se produce una importante titularización de docentes en La Pampa, hecho que no ocurría desde hacía bastante tiempo.
1991: Curso de Psicogénesis aplicada en el primer ciclo. Lengua. Conformación de trabajo en equipos docentes. 1°, 2°, 3° Primer Ciclo; 4° y 5° Segundo Ciclo; 6°y 7° Tercer ciclo. Se toma conciencia de la necesidad de un cambio estructural. Investigación más profunda sobre constructivismo. Comienzo de la Biblioteca del Docente.
1993: Maestra de 1° grado y Directora elaboran un Proyecto de Psicogénesis basada en la bibliografía de E. Ferreyro, para poner en práctica en el 1° Ciclo, durante tres años. Perfeccionamiento en la Escuela Piagget y los Maestros.
Creación de comisión de servicios para proyecto Huerta y Vivero.
Comienza el cambio en Segundo y Tercer ciclo.
Se realiza la selección de contenidos con integración de todas las áreas. Proyectos específicos para Retención Escolar.
Tarea con C.AE. Para apoyo a alumnos con ritmos de aprendizajes más lentos. Se logra bajar la repitencia.
1994: Se celebran los 84 años de la Escuela. Incremento en la Biblioteca áulicas, con donación de A. Cooperadora. Compromiso de docentes especiales en integración de áreas. Presentación de trabajos en Ferias de Ciencias, Olimpíadas Matemáticas. Congresos Educativos a nivel provincial.
Elaboración Proyecto Huerta Orgánica para presentar al P.S.E. Proyecto de Lectura sostenida. Proyecto Vida en la Naturaleza. Comienzo de las Bibliotecas áulicas. Continúa trabajando con todos los proyectos.
Ingreso al P.S.E. Proyecto de trabajos con la comunidad. Ingreso Proyecto Informática en las Escuelas Primarias y Secundarias. Reformulación del Proyecto Institucional.
Colaboración y asesoramiento del INTA. Trabajo de huerta con los padres.
Concursos de frutas y hortalizas. Premios a las tres mejores huertas y jardines. Incremento en las bibliotecas, material didáctico. Compra de dos PC 485 con impresora. Sala de Computación con gabinete informático. Se agregan 4 PC con impresora Epson. Curso informática “Perfeccionamiento en la Escuela”.
Mayor cooperación y compromiso de los padres.
Proyecto para mejorar la calidad de los aprendizajes.
1996: Resultados O.N.E. 96.- Lengua 52,15 Matemática 7° 59,83 Curso Ciencias Naturales “Perfeccionamiento en la Escuela”
1997: Análisis situacional, resultados O.N.E. 96, reformulación del P.E.I. Prioridad pedagógica, mejorar la calidad de los aprendizajes.
Intensificar y reformar área de geometría para llegar a matemática. Metodología: aprender a aprender, a conocer, hacer contenidos conceptuales, procedimentales, y actitudinales.
Evaluaciones de procesos y productos. Eje transversal. La comunicación en todas sus formas. Recurso didáctico: informática. 1° y 2° Ciclo, viaje por la provincia. 3° Ciclo viaje a Mar del Plata, conociendo más geografía argentina.
Comienza la construcción del P.E.I. con la recopilación de datos de la Historia escolar.
Se acuerda continuar con la metodología implementada según Ley Federal de Educación y contenidos del E.G.B 1 y E.G.B. 2 de M.C.E. de la Provincia de La Pampa.
Se crean octavo y noveno de la EGB3 Ruralizada.
1998: Proyectos Docentes Retención escolar. Llegar a matemática desde la geometría. Recreación de la Literatura pampeana. Matrícula 98 alumnos. Docentes: Noemí Gago, Ruth Doyhenard, María de Las Mercedes Vigna, María Elena Gómez, Esther Navaglia, Mara Rivarola y José Ernesto Racke. Docentes Especiales: Silvina Nievas y Azucena Montelongo. Obtiene el primer puesto en el Quinto Operativo Nacional de Educación 97 del Ministerio de Educación de la Nación, siendo reconocida como la Escuela de mejor rendimiento entre las Primarias Públicas de todo el país.
1999: Matrícula 115 alumnos. Docentes: Noemí Gago, Ruth Doyhenard, María de Las Mercedes Vigna, Esther Navaglia, Mara Rivarola, Mónica Martín, Aglae Chalde. Docentes Especiales: Silvina Nievas y Azucena Montelongo.-
2000: Matrícula 116 alumnos. Docentes: NoemíGago, Ruth Doyhenard, María de Las Mercedes Vigna, Esther Navaglia, Mara Rivarola, Mónica Martíni, Elsa Giardina, María Elena Gómez y Elida Garetto. Docentes Especiales: Silvina Nievas y Azucena Montelongo.
2001: Matrícula 145 alumnos. Docentes: Noemí Gago, Ruth Doyhenard, María de Las Mercedes Vigna, Esther Navaglia, Mara Rivarola, Mónica Martíni, Elsa Giardina, María Elena Gómez y Elida Garetto.-Docentes Especiales: Silvina Nievas y Azucena Montelongo.
2002: Matrícula 136 alumnos. Docentes: Ruth Doyhenard, María de Las Mercedes Vigna, Esther Navaglia, Mara Rivarola, Mónica Ferrero, Elsa Giardina, Claudia Resler, María Elena Gómez y Elida Garetto. Docentes Especiales: Silvina Nievas, Azucena Montelongo y Fabián Muzzi.
2003: Matrícula 122 alumnos. Docentes: Ruth Doyhenard, María Elena Gómez, Elida Garetto, Mónica Ferrero, Elsa Giardina, Gabriela Iglesias, Mara Rivarola, Roxana Argüello y Sandra Slija.- Docentes Especiales: Silvina Nievas, María Inés Hernández y Fabián Muzzi.
2004: Matrícula 140 alumnos. Docentes: Ruth Doyhenard, María Elena Gómez, Elida Garetto, Elsa Giardina, Gabriela Iglesias, Libia Boyetti, Silvia Untermann, Mara Rivarola y Graciela Salles. Docentes Especiales: Silvina Nievas, María Inés Hernández y Virginia Final.
2005: Matrícula 151 alumnos. Docentes: Ruth Doyhenard, María Elena Gómez, Elida Garetto, Elsa Giardina, Gabriela Iglesias, Silvia Untermann, Mara Rivarola, María Rosa Buela, Cristina Fuchs y María Soledad Mayer. Docentes Especiales: Silvina Nievas, María Inés Hernández y Mónica Carpinelli.
2006: Docentes: Elsa Giardina, Gabriela Iglesias, María Elena Gómez, Mónica Ferreira, María de Las Mercedes Vigna, Soledad Mayer, María Rosa Buela, Cristina Fuchs, Elida Garetto y Mara Rivarola. Docentes Especiales: Silvina Nievas, Roxana Vanini y Mónica Carpinelli.

CALIDAD DE LA EDUCACION:
RESULTADOS DEL QUINTO OPERATIVO NACIONAL DE EVALUACION 97 DEL MINISTERIO DE EDUCACION
Una escuela de La Pampa fue la que más rindió en todo el país. Sus alumnos lograron un promedio de 91,43 puntos sobre cien en las pruebas de lengua y matemática. «No entro en el guardapolvo de orgullo», dijo emocionada la directora interina. «Para los maestros, todo es fruto del trabajo con cada chico»

(Diario Clarín, edición 22 de mayo de 1998)
(Por Fabián García. Enviado especial). La escuela número 49 de Dorila, en La Pampa, es la de mejor rendimiento entre las primarias públicas de todo el país. Sus alumnos lograron un promedio de 91,43 puntos sobre cien en las pruebas de lengua y matemática tomadas entre el 17 y el 21 de noviembre últimos en el V Operativo Nacional de Evaluación 97.
Allí, en un pueblito perdido en la llanura pampeana, entre eucaliptos y paraísos que compiten por su imponencia, estudian 108 chicos.
Ayer, durante la mañana, los 244 habitantes del pueblo se fueron enterando de a poco de lo bien que le había ido a la escuela donde ellos habían hecho la primaria.
Las seis maestras que trabajan en Dorila no sabían aún que sus alumnos eran los primeros del ranking educativo al que tuvo acceso Clarín: lo supieron a través de este enviado. Es una sorpresa para nosotras… No entro en el guardapolvo de orgullo, dijo emocionada Ruth Doyhenard, la directora interina y maestra de segundo año. Algo ya sabían. El miércoles, el presidente de la Comisión de Fomento, el radical Oscar Benito, les había contado que estaban en lo más alto entre las escuelas pampeanas.
La escuela funciona por la tarde, pero a las 11 de la mañana todos los chicos estaban con sus guardapolvos listos para la foto. Se habían avisado de boca en boca, casa por casa.
Ahora Maximiliano, de 9 años y ojos celestes que miran en busca de cada detalle, dice agrandado: La prueba fue fácil.
Manuel Rubio, el chofer del colectivo municipal desde hace dos años, se cruza de brazos y mira el volante: todos los días hace 205 kilómetros para traer y llevar a 25 alumnos de los campos cercanos.
El más lejano está cerca de Quemú-Quemú, a 30 kilómetros de acá, es el campo de los Constantini, donde viven tres hermanos, cuenta.
A las 12.30, Haydée Bravo y Lilia Muñoz sirven dos mesas donde 38 chicos comen guiso de fideos y queso y dulce de postre.
Todos ellos caminarán después las dos cuadras y media que hay hasta la escuela.
Haydée hace 18 años que trabaja en el comedor y gana 420 pesos por mes. Está atenta a cada movimiento de los chicos. Conocemos las necesidades que hay, acá comen muchos nenes y hacemos viandas para los que no van a la escuela. Falta trabajo y se nota, cuenta.
Noemí Gago es la maestra de primer año. Piensa que este resultado se debe al trabajo en equipo de todas las docentes y a que la mayoría son titulares desde hace mucho tiempo. La permanencia es clave para conocernos y conocer a los chicos y sus familias, dijo la maestra, que trabaja aquí desde hace 11 años.
Trabajo personalizado: Para la docente de sexto año -el año pasado fue de tercero-, Mercedes Vigna, el resultado se debe al trabajo personalizado: No hay más de dieciséis chicos por curso y por eso podemos trabajar con cada uno, entender sus problemas, ayudarlos a superar las dificultades de aprendizaje.
En la escuela, que fue creada en 1909, hay una biblioteca por curso, otra de todo el colegio, un gabinete de computación con cinco PC, un laboratorio y una sala de video. Fue beneficiada con el Plan Social hasta 1997. Los chicos reciben libros y cuadernos en el colegio y delantales y zapatillas en la Municipalidad. La biblioteca de Dorila se llama Educación. Somos un poco de todo: maestras, asistentes sociales, psicólogas… Por eso me gusta trabajar acá, podemos ayudar y de hecho, no hay deserción porque cuando un chico falta vamos a la casa a preguntar por qué, cuenta la directora.
Hay pocos chicos que trabajan, como Hugo Marengo, que a los 12 vende pan para ayudar en su casa. En un momento apoya su bicicleta en el paredón de la casa de Mara Rivarola, la maestra de séptimo año y la única de las seis que vive en Dorila. Las otras son de General Pico, a 15 kilómetros.
Falta Ernesto Rocke, el docente de 6º y 7º hasta el 97. Se fue a la escuela Hogar de Arbol Solo, en medio del desierto pampeano. Ganamos también gracias a él, siempre nos daba cosas nuevas, nos explicaba hasta que entendíamos, nos hacía regalos cuando cumplíamos años, dice Ana Luz Bongianino, de 12.
Sus compañeras asienten con la cabeza y ella se anima: cuenta que después de estos resultados, ahora quiere ser abogada en una ciudad grande.

UN PUEBLO QUE CRUZO LA VIA
La localidad de Dorila fue fundada el 30 de marzo de 1907 y se encuentra enclavada en el departamento Maracó, en una de las más ricas zonas agrícolas de La Pampa. Su cercanía con la capital del departamento y segunda ciudad de importancia en la provincia, General Pico, fue siempre un tema insoslayable en su historia. Para recorrer los escasos 14 kilómetros que las separan, puede optarse por la ruta provincial N°1 o la vía del ferrocarril.
La traza férrea que pasa por Dorila, une Nueva Roma -en la provincia de Buenos Aires- con Huinca Renancó -en Córdoba-, cruzando La Pampa desde Catriló hasta Realicó.

NATALICIO
En los campos de Pedro Bernardo Graciarena, un 30 de marzo de 1907, nació Dorila. Durante los primeros años de vida, los rindes de las cosechas resultaron superlativos, lo que dio al nuevo pueblo un empuje bastante interesante, que permitía aventurar una perspectiva de crecimiento acelerado.
Pero con el paso del tiempo, esa progresión urbana no solamente se estancó, sino que en algún momento hubo inclusive emigración de familias; situación que se repitió en otros pueblos del antiguo Territorio. Sucedió que la cercanía terminó desfavoreciendo a Dorila, puesto que Pico se enfrascó en un incesante progreso.
Al principio, la novel población, en los albores del siglo XX, era conocida como Azteazú. Un golpe de suerte fue el que estableció definitivamente al primer colono en la zona. Se trató de don Isidoro J. B. Brunengo, quien explorando las tierras halló trigo sin trillar de una calidad admirable, por lo que rápidamente eligió quedarse. Como lugar de establecimiento optó por la colonia «La Argentina», por lo que le arrendó tierras a Antonio Devoto.
Gracias a la cesión de tierras por parte de la familia de José Leandro Parera, se llevó a cabo en 1907 la construcción de la vía del ferrocarril Pacífico que une Catriló con Pico. La estación recibió el nombre de Dorila, en coincidencia con el nombre de la esposa de Parera.

REPARTO DE TIERRAS
Una anécdota sobre la fundación es la referida a que originalmente Dorila iba a estar edificada al oeste de la línea férrea, pero los Parera pretendían un monto mucho más elevado por sus tierras que lo que ofrecía Pedro Graciarena, sobre la margen este del ferrocarril. Finalmente se prefirió la segunda propuesta, procediéndose al fraccionamiento de los terrenos en tamaños correspondientes a solares, quintas y chacras.
El 30 de marzo se realizó la primera subasta de lotes que se complementó con otras llevadas a cabo en 1909 y 1911.

VIDA INSTITUCIONAL
La Escuela N° 49 abrió sus puertas a los alumnos por primera vez en el año 1909.
Entre las más antiguas instituciones dorilenses cabe mencionar a la Comisión de Fomento, formada en 1923, siendo su primer titular don Santiago Martellono. Declarada Municipalidad, a partir del 10 de diciembre de 2007. Desde esa fecha, Natalia Evangelina Hollmann es la intendenta municipal.
Durante ese mismo año (1923) se creó el Registro Civil, complementándose en el ’56 con el Juzgado de Paz. Este organismo se mantuvo hasta el año 1976 en que la jurisdicción pasó a General Pico.
En la faz deportiva se puede mencionar que desde 1930 existe el Club Sportivo Dorila

MUSEO HISTÓRICO

El Museo Histórico Dorila, fue fundado el 5 de diciembre de 2007 y se encuentra en un edificio municipal, reciclado, que perteneciera a la familia Caldo-Gonella.
Cuenta con aproximadamente 600 piezas, entre antiguos mueblarios, maquinarias, libros y diversos elementos que atesoran la rica historia de la comunidad.
Es atendido por un grupo de mujeres, integrado por: Elsa Ercoli, Juana Catalina Nizetich, María Rosa Miranda, Lidia Muñoz, Gladys Patrignani, Rosa Giacobbe y Mara Rivarola.
Abre sus puertas el día domingo, desde las 15:30 horas, de marzo a diciembre.